October 15, 2010
“No son 100 días, son 150”
Si a cuatro años se le otorgan 100 días, es de matemática elemental que a seis años les corresponden 150 días de gracia. Así lo afirmamos como corolario de la gestión iniciada por el doctor Juan Gilberto Serulle Ramia, y el equipo de regidores y funcionarios que le acompañan al frente del Ayuntamiento de Santiago.
Dado que la nueva gestión municipal se ha tomado este período de gracia muy en serio, y en consecuencia su accionar se muestra acelerado y ejecutivo, afirmamos que hay que darle 50 días más, dado la extensión especial de este período de gobierno. O sea, que en vez de cumplir la “gracia política” en este 16 de noviembre, la misma, o sea la gentileza crítica y evaluativa con esta administración, se estaría cumpliendo el 16 de enero del próximo año 2011. Por definición hay que decir que esto es simbólico, pues los problemas centrales de una ciudad no se resuelven ni en 100 días, ni en 150, es muy probable que tomen toda una década.
En planificación estratégica urbana se consideran muchas herramientas de gestión en el plano de lo inmediato y lo mediato. Incluso el trabajo original del Plan Estratégico de Santiago (PES), presentado por nosotros al Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU) con sede en Barcelona, que logró el primer lugar del concurso de creatividad denominado “Pensar en lo Estratégico Urbano”, nos da la suficiente autoridad técnica para plantear con certeza, nuestras valoraciones sobre los tiempos de actuación de una gestión pública municipal.
Las exitosas acciones y soluciones inmediatas que está ejecutando la actual gestión municipal técnicamente se denominan, “Acciones de Ganancia Rápida” del anglosajón “Quick Win”. Sea en el buen impacto relativo a la recolección de las basuras, en la higienización del Mercado “El Hospedaje” de La Joya, en las intervenciones viales que se han iniciado, o en las acciones para proteger y ampliar los espacios públicos, esta nueva administración arrancó bien. No obstante, tal como han planteado todos los estrategas desde Alejandro Magno, Napoleón, Wellington, Rommel, y Vo Ngyen Giap, entre otros, el éxito de una intervención no se mide en lo bueno que se arranca, sino en el impacto que se logra cuando se termina un proceso. Este abordaje técnico ha sido muy bien pensado en diferentes experiencias estratégicas de desarrollo de una ciudad.
La organización temporal de las acciones municipales se estructura primero con acciones de ganancia rápida; segundo con intervenciones de incremento de escala y tercero con proyectos de quiebre de tendencia. Las primeras se refieren a proyectos demostrativos, focalizados y micro-localizados, cuya ejecución es inferior a dos años y su volumen de financiación no impone la habilitación de una estructura de administración propiamente dicha. Las segundas se refieren al hecho que si una gestión municipal, asegura una actuación de impacto en el corto plazo como parece estar logrando el doctor Serulle, porque ha actuado en el plano de lo táctico, estas acciones inmediatas sostienen las acciones de mediano plazo.
Hay que saber crear las condiciones para ampliar en todo el territorio de Santiago, en acciones, diseños, planos y obras que son insumos esenciales de proyectos urbanos estratégicos. Quien aumenta la escala geográfica y territorial de las intervenciones municipales, es porque ha logrado replicar su éxito inicial. Para estas intervenciones, el Ayuntamiento necesita la corresponsabilidad de todos.
Finalmente las terceras acciones municipales son determinantes para afianzar el éxito inicial e intermedio, se llaman intervenciones de quiebre de tendencias. Se diseñan con inteligencia para yugular una línea adversa de Santiago. Son acciones de contundencia, de erradicación o contención final de los problemas inicialmente solucionados. Son obras ubicadas en el espacio municipal, cuya ejecución es superior a un año y su volumen de financiación es muy alto. Son proyectos que necesitan una estructura de gestión de sostenibilidad y generan una gran movilización social. Quien triunfa rápido, tiene que aumentar su escala de acción y finalmente ejecutar una gran obra de impacto. Para las ganancias rápidas son 150 días, pero para quebrar una tendencia negativa, se tiene todo el período de gestión de la nueva Alcaldía de Santiago.
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