¿Hay sistema cultural en Santiago?

¿Hay sistema cultural en Santiago?


Por Reynaldo Peguero Director PES 2020


Esta es una de las preguntas clave que debemos hacernos, si aspiramos a erigir entre todas y todos, las iniciativas estratégicas necesarias para hacer de la cultura una centralidad para el desarrollo del Santiago urbano, pero también rural. El Plan Estratégico “Santiago 2020” es una manera de responder esta pregunta. Creemos que la respuesta es sí, que Santiago tiene un sistema cultural institucional, pero el mismo está desarticulado, disperso y disfuncional. En Santiago acumulamos evidencias, actividades y hechos de las tres categorías claves; i) de gestión cultural, ii) de creación cultural y iii) de equipamiento e infraestructuras urbanas de cultura.  Este es el “sistema institucional”, a el nos referimos concreta y sucintamente en esta entrega, en otro momento platicaremos del sistema cultural que se expresa en la textura y la cotidianidad socio-cultural de Santiago.    

En correspondencia con nuestras revisiones bibliográficas y consultas en el marco del Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico, un sistema de cultura se considera el conjunto de componentes, instancias y procesos de gestión, desarrollo institucional, creación, innovación, información e infraestructuras y equipamiento urbano de cultura que generan productos, servicios y bienes culturales en un territorio. En Santiago tenemos varios y quizás todos los elementos de este sistema cultural, pero los flujos, las dinámicas, las entradas y salidas de esta acción institucional y cuerpo social no han sido medidos y aprovechados en su justa dimensión.  

En el sistema cultural de Santiago, como en muchos municipios iberoamericanos, de acuerdo al experto CIDEU Félix Manito, historiador, geógrafo, gestor cultural y presidente de la Fundación Kreanta; www.kreanta.org  operan diversos niveles de creación, atención y servicios culturales. Pero el primer nivel, ese que está en la base del sistema, que inicia en la familia y en el barrio, y que en el caso de Santiago, lo forman los 108 centros comunitarios de los diferentes barrios para actividades culturales y deportivas lo conocemos muy poco, pero sabemos menos aún de los grupos comunitarios culturales, y de los que conocemos, funcionan con escaso apoyo, no tienen una política municipal, ni nacional de soporte, y sus labores de creación se encuentran huérfanas, sin ningún tipo de sostén. Tenemos bienales y concursos de cultura nacionales, pero la base cultural de Santiago está desolada, y debe ser integrada a este proceso.

Pero en el nivel más alto de atención, servicio y creación cultural, Santiago está mejor. Las entidades culturales que laboran en gestión y creación cultural crecieron significativamente en actividades y equipamiento cultural en el período del primer PES. El vice-ministerio de cultura de Santiago, además de sus nuevas oficinas en el Palacio Consistorial de Santiago, registró sólo en el año 2010, unas 228 actividades culturales con casi 40 mil beneficiados y una agenda mensual de trabajo. Es la estructura de mayor rango en política cultural de la región, y sus actividades van desde la gestión hasta la creación cultural. Pero también el Gran Teatro del Cibao (GTC) tiene su agenda mensual, lo mismo el Centro de la Cultura, Casa de Arte, la 37 por las Tablas, el Instituto de Cultural y Arte (ICA) y el Centro León, entre otras entidades.

Ante esta institucionalidad consabida, se podría dar la idea de que estos centros llevan la cultura a la ciudad y sus barrios, pero  la realidad es inversa, aunque muchos no la trabajen así. Ni que decir de las positivas señales reorganizativas que se evidencian en las fiestas de Carnaval, con el apoyo de la Gobernación provincial, el Ayuntamiento, Medios Unidos del Cibao (MUCI) y la Asociación de Lechones.

Los creadores gráficos, diseñadores, guionistas, cineastas, editores y organizadores de eventos son otro sector que ha crecido demostrativamente en la ciudad. No obstante, para que todos los entes culturales, desde la base del sistema hasta el vértice cultural de la gestión y creación, tengamos un sistema cultural que funcione bien, con un programa anual y mensual de actividades lúdicas, artísticas y creativas, con recursos y proyectos dinámicos, con políticas municipales avaladas desde el Consejo de Regidores del Ayuntamiento y legitimadas en la comunidad, hace falta una agenda estratégica a nivel cultural o plan estratégico, que haga que en Santiago se innove, se cree y se goce bien, donde la cultura sea uno de los principales productos del desarrollo económico-local. Entre todas y todos, estamos en eso.

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