CDES celebra Exitosa XI Asamblea

Carlos Alfredo Fondeur fue elegido nueva vez de forma unánime, para la presidencia del Consejo Estratégico de Santiago 2011-2013 y conducir el Plan Santiago 2020 a buen camino. Inmediatamente anunció la ampliación del Consejo y la incorporación de las juntas de vecinos de las ocho (8) zonas barriales de Santiago.  

Comunicó además que sin abandonar otros proyectos claves para Santiago como la circunvalación norte y el parque central, la priorización 2011 de los proyectos estructurantes de Santiago que será promovida por el sector privado, la sociedad civil, el gobierno nacional y el ayuntamiento de Santiago. Entre estos están: ● la Ampliación y Mejora del Tratamiento del Agua Potable para Cienfuegos y barrios del noroeste colindantes; ● el Observatorio de Ciudadanía 2020, ● la Revalorización del Centro Histórico, ● el Municipio Alfabetizado: en “Santiago todos sabemos leer” y ● la Corporación Atlántica de Manzanillo. Indicó la prioridad de pequeñas obras valoradas como ganancias rápidas en cada uno de los barrios participantes, entre estas: escuelas, centros de salud primaria con servicios nocturnos, polideportivos, conexiones viales y mercados populares en diferentes barrios.     

Reclamó y solicitó del ayuntamiento, del gobierno y del sector privado, la debida institucionalidad de los proyectos: “algunas iniciativas en proceso de operación, adolecen de la necesaria institucionalidad y gobernabilidad interna, para asegurar su permanencia”. Para mencionar ejemplos citó que el Consejo de Aseo municipal (CASA), el Consejo del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y el Sistema de Parques de Santiago, no hay juntas directivas que los asuman, ni estatutos sociales en operación que los gobiernen.

Se enfatizó que el Ayuntamiento debe crear además las delegaciones barriales en las comunidades urbanas que por su crecimiento así lo ameriten, entre estas se citó a Cienfuegos, Gurabo y los barrios de la Zona Sur. Una delegación municipal del Ayuntamiento un barrio es una fuente de recaudación de recursos, de vigilancia territorial, de prevención de construcciones anárquicas y riesgosas sin los debidos servicios de agua y electricidad, ni de invasiones ilegales de tierra. No podemos pasar los próximos seis años, sin tener un riguroso y eficiente ordenamiento territorial, con inspecciones, sanciones y motivaciones de acuerdo a las normas y la ley.  

El Consejo además va a fortalecer el desarrollo de la institucionalidad como condición para mejorar la gobernabilidad de Santiago; acompañar y apoyar al Ayuntamiento en sus procesos de transformación y mejora interna y de servicios; fortalecer la democracia local desde el Observatorio Ciudadano que apuesta por hacer real, el escrutinio, la valoración crítica y técnicamente sustentada a las instituciones y proyectos de Santiago.

La Resolución 2945-2010 del Concejo Municipal del Honorable Ayuntamiento del Municipio de Santiago, del 19 de octubre de 2010 y el Convenio de gestión firmado por todos los candidatos y la sociedad civil en el marco de las pasadas elecciones, le da competencias y atribuciones al Consejo Estratégico para la vigilancia y observación ciudadana de las ejecutorias de gobierno.  

La nueva directiva del Consejo Estratégico fue juramentada por Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, Arzobispo Metropolitano de Santiago, además de su presidente ● Carlos Alfredo Fondeur Victoria, la integran, ● Juan José Batlle Álvarez, Vice-Presidente, ● Gilberto Serulle Ramia, Secretario General, ● Juan Alfonso Mera Montero, Tesorero,  vocales ● Julio César Valentín J. ● Raúl Martínez, ● Hamlet Otáñez Tejada, ● Monseñor Agripino Núñez C.  ● Juan Castillo Burgos y  ● Hendrik Kelner Casals como past-presidente. Esta Junta de Directores escoge de consenso en el marco de su primera reunión de trabajo, un Comité Técnico Directivo Adjunto para acompañarlo en su gestión.    

La gran movilización social que provocó la formulación del Plan Estratégico “Santiago 2020”, las 80 mil horas de trabajo voluntario, equivalentes a 20 millones de pesos como contribución ciudadana al proceso, son aportes que al CDES no pasan desapercibidos, y que lo responsabilizan a ser coherente con este esfuerzo ciudadano, pero más aún, a mantener una actitud proactiva, propositiva, crítica y auto-crítica permanente al proceso, a la gobernabilidad que se expresa en eficiente articulación y coordinación de las instituciones públicas, privadas en torno a los proyectos