May 19, 2016
Tesoros urbanos: Cementerio 30 de Marzo
Santiaguero nacido en esta metrópoli del Yaque. Ciudadano de las calles Eladio Victoria, 27 de Febrero y avenida Francia, hago cada día conciencia de mis sucesivas, continuas y periódicas visitas al Cementerio Municipal 30 de Marzo. En el absorto adiós concluyente a reposados seres queridos, me descubro asombrado por la calidad arquitectónica y patrimonial de las edificaciones, de todas sus tumbas, callejas y monumentos. Mis abuelos Mimí, Foro y Mamá Joaquina, los tíos Manuel y Tudys, residen definitivamente en esta morada. Recibo más invitaciones para mostrar respeto y solidaridad por un familiar, amigo o conocido; y asisto compungido a la funeraria Blandino a despedidas luctuosas de silencios, lágrimas y suspiros; pero también de anécdotas y ocurrencias de los difuntos.
Encima de las tristezas es grato confirmar que este cementerio ya es una referencia internacional pues el liderazgo social y político de Santiago se extiende y consolida en toda la Nación, y cada vez más fallecen familiares de importantes funcionarios santiagueros ubicados en la red del poder nacional, o significativos ciudadanos que coparon la opinión pública con sus visionarias posiciones. Fascina que muchas de estas ceremonias se celebran en el interior del Cementerio, y cuando los capitaleños llegan a Santiago a dar pésames y asistir a sepelios, se maravillan al caminar por las calles, leer nombres de ilustres familias, acariciar las baldosas, admirar monumentos, estatuas, pórticos, arcadas y galerías. Sorprende confirmar que las calles del cementerio de muertos están más higienizadas que las calles de vivos.
El Cementerio Municipal de la 30 de marzo es un patrimonio sustantivo de Santiago que nos cuenta su historia y las de sus residentes; que nos habla auténticamente y nos aporta visiones para reconquistar este espacio público y promover este valor histórico de místicas, saberes y tradiciones. Estamos en la residencia definitiva de muchísimos tesoros inmateriales y materiales de Santiago y la República Dominicana, pero también de la vida, cotidianidades y tradiciones.
En este orden, luego de un proceso de análisis urbanístico y estratégico objetivo sobre la situación del Cementerio de la 30 de Marzo, y en el contexto de la estrategia de ordenamiento territorial y los proyectos de victorias rápidas, el Plan Estratégico de Santiago (PES), convoca a colocar en su justa dimensión, la real e institucional vocación de proteger este patrimonio de Santiago. El Ayuntamiento del Municipio de Santiago ha hecho lo que la ley impone como su competencia sustantiva: construir, proteger y gestar cementerios, pero Santiago debiera hacer mucho más.
Inspirados en los estudios históricos, patrimoniales y arquitectónicos de los profesores e investigadores arquitecto Harold Paz y licenciado Edwin Espinal, hemos articulado un equipo de trabajo, gestado por Carlos Alfredo Fondeur para planificar y lograr una intervención de impacto inmediato que pueda ser modelo de preservación y cuidado de este territorio.
Creemos que se impone poner en valor y promover el Cementerio Municipal 30 de Marzo vía la realización de intervenciones y actividades que logren la revalorización sostenible de este patrimonio municipal, aportando una ruta histórica-cultural y divulgando materiales promocionales al respecto. Este cementerio fue construido en el siglo XIX y se ubica en el centro de la Unidad Zonal de Planificación (UZP) No.1 en unos 24,582 metros cuadrados equivalentes a 39 tareas. Está por fuera de los límites institucionales del Centro Histórico de Santiago (Decreto 172-91), siendo la primera edificación ubicada en el extremo norte de la calle 30 de Marzo.
Este ícono patrimonial registra una parte significativa de la historia de las familias de mayor tradición y liderazgo de la República Dominicana. De ahí que la iniciativa debiera involucrar al gobierno local, empresariado, entidades culturales y turísticas, así como también las familias propietarias de majestuosos nichos, magníficos sepulcros y alucinantes mausoleos. Igualmente en el contexto de la Agenda de Cultura para el Desarrollo (ACD) tiene que impulsarse esta iniciativa como una forma de recrear pasajes, historietas, intrigas, cuentos y anécdotas de los solemnes y no tan sentenciosos personajes sepultados. Sólo mi tío abuelo, el músico clarinetista Manuel Valdez Liriano, sepultado en el mausoleo de la banda de música, acumula cientos de cuentos y anécdotas históricas del horacismo y el trujillismo.
La importancia y atractividad de conocer los detalles del interesantísimo debate acontecido y subrayado por el acucioso historiador santiaguero Edwin Espinal, entre los Masones y el Clero de Santiago de los Caballeros por el Cementerio de la 30 de marzo, sería fundamental. Se sabe que en ese momento (Siglo XIX) había que decidir a quién sepultar o no, como católico, apostólico y romano y a quien desterrar al denominado Cementerio Cosmopolita, inaugurado por Ulises Heureaux (Lilís) en 1895. Este sería un debate fundamental en materia de salud pública, religiosidad y derechos humanos pues nos conecta con otras disputas universales como la acontecida en Sudáfrica entre las diferencias del cielo donde ascenderían los blancos y el cielo oscuro donde descenderían los africanos.
Se impone entonces consolidar la oferta cultural y turística de la ciudad de Santiago de los Caballeros, impulsando debates y conversatorios, visitas guiadas al Cementerio 30 de Marzo (necro-turismo), concursos para generar atractividad de la ciudadanía, y promover que grupos interesados en artes visuales, la fotografía, la paisajística y la arquitectura se involucren. En eso estamos.
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