June 8, 2011
Clasifiquemos diariamente los dos millones de libras de basura
Por Reynaldo Peguero
El ingeniero Emilio Peralta Zouaín, miembro fundador del Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago INC, afirma lo siguiente, casi como panacea universal: ¿de qué sistema integral estamos hablando, si en Santiago todavía no se clasifica la basura? Si se quiere desarrollar un sistema, el primer paso debería ser que cada familia santiaguera clasifique diariamente su basura. Se conoce que en la ciudad de Santiago se producen unas 950-1,100 toneladas de basura diarias, o sea unas 2.7 libras de basura por persona, asumiendo una población 767, 021, que hacen un promedio de 10.3 libras por vivienda. Santiago hoy genera más basura per cápita que muchas ciudades de los USA de los años 80. Entonces corroboro a don Emilio, si se quiere emplear métodos productivos de aprovechamiento de los desechos, lo primero es que cada santiaguera y santiaguero aprenda a clasificar su basura.
El consultor senior en materia de sustentabilidad ambiental del PES 2020, Carlos Díaz Ureña, estima que residuos no degradables se generan diariamente alrededor del 60.3% de toda la basura (desechos sólidos) de Santiago. Plásticos 34.3%, metales y otros 12.0%, papeles 10.0% y cartones 4.0%; lo que equivale a unas 618 toneladas de materiales inorgánicos diarios. Todos y cada uno de estos desechos son aprovechables por la industria local e internacional. Se conoce que aunque los santiagueros no hacen la separación de la basura desde sus hogares, los mismos recolectores del Ayuntamiento, carretilleros, “buzos” y personas individuales pasan por los grandes recipientes de basura de cada vivienda, edificio de apartamentos familiares o grandes contenedores barriales recolectando y separando muchos de estos materiales. Cientos de micronegocios hacen lo mismo.
Entonces cada vivienda de Santiago debe acumular sus plásticos, vidrios, metales, papeles y cartones en diversos tipos de recipientes, con colores específicos para cada uno. Quedaría en manos del Ayuntamiento con el apoyo del Consejo del Plan Estratégico de Santiago, Resolución Municipal 2945-2010 y de la Corporación de Aseo de Santiago (CASA), Resolución Municipal 2748-2006, la decisión de diseñar y difundir el programa masivo de educación ciudadana de clasificación de basura de acuerdo a los colores de los recipientes. La familia santiaguera, industrias, comercios, escuelas, universidades, instituciones, hospitales y mercados, tiene que asumir una nueva cultura de acumular los desechos en el hogar y las residencias generadoras del 69% de toda la basura de Santiago, y en las instituciones y empresas de Santiago, responsables el 31%.
Aunque tienen otra utilización y destino final, con los residuos orgánicos hay que tener el mismo abordaje de clasificación, utilizando obviamente otros tipos de recipientes. Además se conoce, pues en Santiago se tienen muchas investigaciones compiladas desde el año 2006, a raíz de la formación por el Concejo de Regidores, del Sistema de Gestión Integral de Aseo Municipal de Santiago, que alrededor que del 39.7% de todos los desechos son orgánicos o biodegradables. Lo que quiere decir que están formados por restos de comida, frutas, verduras, granos, hojas, cáscaras, carne, cáscara de huevos, semillas, restos de animales muertos y otros. Todos estos residuos degradables tienen otra forma de recolección y curso en el destino final de la basura de Santiago.
Se sabe además que por cada 100 libras de basura, más de 80% está formada por materiales combustibles que pueden generar fuegos si no se organizan de manera integral y profesional. Están dadas las cosas para que no se produzcan o se prevengan los fuegos los destinos finales de basura.
Entonces paralelamente a sistematizar y planificar la obtención de energía eólica, compost, reintroducción de los materiales a la producción, exportar metales, cartones y plásticos, lo que está muy bien. Antes de pensar cualquier acto de gestión o negocio con la basura, lo que se impone es un programa-campaña masiva de clasificación y reciclado de los residuos de Santiago, desde el hogar, partiendo de sus más de 200 mil viviendas y alrededor de 20 mil negocios. Esto no debe esperar.
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