¿Cómo resolver el acceso a las pruebas PCR para el Covid-19?

Fernando Capellán, presidente de la Asociación para el Desarrollo (APEDI) y los presidentes de Compromiso Santiago, nos motivan a formular una aguda reflexión sobre el grave problema del acceso a las pruebas PCR. Éticamente si hacemos más pruebas, debemos tener a mano la repuesta para aislar y tratar los casos positivos, antes que se compliquen y requieran ingreso en clínicas, hospitales y unidades de cuidado intensivo (UCI).  No proponemos hacer 10.5 millones de pruebas, una para cada dominicano, sino realizarlas a las personas que están probablemente enfermas y que son transmisoras de la enfermedad.

Si el gobierno desea, puede resolver el acceso a las pruebas. Si las autoridades entrantes y salientes, asumen la imperiosa tarea de habilitar en toda la nación, al menos 8 centros portátiles de pruebas PCR. Es una misión inaplazable para controlar definitivamente esta grave epidemia que genera este domingo 26 de julio, unos 1,063 muertos y 62,908 enfermos. Si se hace como se debe, la República Dominicana según OPS-OMS, puede diagnosticar a tiempo todos los enfermos de Covid-19.

La ausencia de visitas de control casa por casa, la falta de seguimiento de los casos, contactos y convivientes; igualmente la centralización en Santo Domingo de los servicios de laboratorio, dificulta todo. Se pueden tener equipos, reactivos y aditamentos, pero la falta de una buena cadena de suministros con plataforma abierta y compatible de las pruebas, dentro del marco del Sistema de Cadena de Suministro (CSCS) de Naciones Unidas, lo estropea todo. Los grandes laboratorios privados habilitados para hacer PCR decidieron irse por plataformas cerradas no compatibles, que requieren un tipo aditamento exclusivo a comprarse en las compañías que hacen el lícito negocio de suplir estos insumos.

Una herramienta de impacto rápido para incrementar el número de personas a las que se les hace las pruebas que permite disminuir la transmisión del Covid-19 es realizar los PCR por test grupales o “pooles”. Esto es posible aunque los recursos locales sean limitados. Con las 17,578 pruebas que se han hecho en Santiago, se podrían haber realizados 175,780 pruebas, y eso habría impactado al brote en Santiago, lo que habría reducido la necesidad de pruebas, y el número de casos nuevos de COVID-19 que llegan a una tasa de morbilidad de 496 casos por 100 mil habitantes que a nivel internacional superan a Puerto Rico, Colombia y Ecuador. 

Las pruebas por pooles-test grupales es un innovador método que detecta el virus de forma grupal. El procedimiento mezcla las muestras de un conjunto de personas para obtener sólo una y someterla a pruebas de laboratorio. De resultar positivo el PCR, se procede a aplicar exámenes a nivel individual, de lo contrario se descarta la posibilidad de contagio para el grupo entero.

La ineficiencia y falta de democratización de las pruebas PCR, aunque incomode hay que decirlo mil veces más, se parece a la inhabilitación del puerto de Manzanillo, impotencia que genera la centralización de los servicios de exportación marítima en la costa sur de Santo Domingo. Ineficiencia, sobreprecio y transporte monopolizado que imponen la pérdida de millones de pesos. Lo mismo sucede al centralizar en un solo Laboratorio Nacional ubicado en la capital de la República, las pruebas de Covid-19.

En este momento hay 62,897 enfermos de Covid-19 en República Dominicana lo que arroja una tasa de morbilidad de 597 enfermos cada 100 mil habitantes. Como los dominicanos somos 10,535,000, si por cada enfermo hay 3 casos ocultos o larvados, en los hechos hay 189,000 mil afectados.

El doctor dominicano y profesor de la universidad de Wisconsin, Leonelo Bautista Phd en salud pública así  como otros especialistas del Foro de Epidemiólogos Nacionales indican que si “Santiago tiene el interés de incrementar el número de pruebas, lo primero es detener, lo más que se pueda, el uso de pruebas serológicas (inmunoglobulinas), que lo único que hacen es generar presiones que terminan incrementando la demanda excesiva de pruebas PCR, acelerando nuevos brotes por el aglomeramiento de personas”.

En Santiago y en República Dominicano, no hay que enfocarse en cuántas pruebas se han hecho, sino cuántas pruebas se pueden hacer. Hasta el momento, Santiago ha hecho 17,578 pruebas PCR y ha detectado 5,451 casos. Este es un rendimiento insuficiente de un recurso tan valioso y escaso.

Si se conoce y estima cuántos contactos por cada caso confirmado debe realizarse la prueba, se da un paso de avance, para resolver esto, debe conocerse la ubicación geográfica inmediata de todos los casos. Se puede empezar con un número de 10 contactos por caso confirmado. De manera que si están aconteciendo un promedio de 125 casos nuevos cada día en Santiago, a corto plazo deberíamos estar haciendo 1,250  pruebas por día, con el objetivo de que en dos o tres meses hacer pruebas a 30 contactos por caso confirmado. Eventualmente, podría llegarse a 100 contactos por caso confirmado.

Santiago debe fortalecer su capacidad local para hacer pruebas PCR. Esto requiere infraestructura y capacitación técnica, lo que se va a necesitar de ahora en adelante, independientemente de la fecha de finalización del brote en toda la Nación. Recomiendan que los espacios ideales para crear estas infraestructuras son las Universidades o centros de estudios con el apoyo del sector privado y el Estado.

En consecuencia, a la pregunta de ¿cómo resolver el acceso a las pruebas PCR?, la respuesta inmediata es descentralizar y democratizar las pruebas PCR, colocando ocho unidades portátiles en las ciudades de más incidencia. Asimismo realizando pool de pruebas o test grupales para ir controlando los casos por cada uno de los territorios de mayor cantidad de brotes en la República Dominicana.  

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