El Consejo de Cuencas aseguraría el agua de Santiago

El genio italiano, Leonardo Da Vinci indicaba “el agua es la fuerza motriz de la naturaleza”. El ecologista francés Jacques Cousteau “se olvida que el ciclo del agua y el ciclo de la vida son uno sólo; y el poeta  inglés W. H. Auden “miles de personas han sobrevivido sin amor; ninguna sin agua”. El agua es fundamental para el desarrollo humano, y también para proteger y salvar vidas. Para garantizar la agropecuaria y la producción de alimentos. Es asimismo vital para dar impulso a la industria. El pasado presidente del PES, Hendrik Kelner Casals con la agudeza de sus comentarios, revela “el agua podría ser la causa de la tercera guerra mundial en el siglo XXI”. 

La cuenca del río Yaque del Norte es el fundamento hidrológico del agua de Santiago como municipio, de sus grandes barrios, de Cienfuegos y el Oeste de la ciudad, de Pekín y la Zona Sur, de Gurabo y el Este del municipio, de Bella Vista, de los barrios de la zona norte, de los Distritos Municipales y de los ocho municipios de Santiago así como de otras provincias cibaeñas. El río Yaque del Norte es el principal activo hidrográfico de la República. Tiene una longitud total de 308 kilómetros, de los cuales alrededor de 10 km se encuentran dentro de la ciudad de Santiago. La cuenca del Yaque se extiende en 7,053 kilómetros cuadrados, siendo el 15% del territorio nacional y posee un caudal promedio anual de 82 metros cúbicos por segundo. 

Todos los análisis de balances futuros del agua de Santiago son negativos y deficitarios, sean estos con regulación artificial o sin ella, asimismo se expresen como balances seguros o medios, sean de aguas subterráneas o superficiales. El INDRHI proyecta las disponibilidades de agua del 1998 al 2015, y reporta que la cuenca del río Yaque del Norte se caracteriza por una marcada tendencia deficitaria que pone en peligro el futuro abastecimiento del agua de Santiago. 

Se sabe que esta ciudad y su entorno tributan al río Yaque del Norte a través de 8 fuentes hídricas con sus afluentes (arroyos y cañadas), unos 1.46 metros cúbicos por segundo de aguas residuales (domésticas e industriales), sin ningún tipo de tratamiento. En muchos países, esto sería una emergencia nacional. De la totalidad de la población urbana que vive en la cuenca que para el  2010 eran 761,027 hab., residen en la ciudad de Santiago, se estima que casi 87 mil residen en barrancos de arroyos, asentamientos sin tratamiento de agua y sujetos a inundaciones periódicas. 

En la cuenca media del río Yaque del Norte correspondiente a la ciudad de Santiago, la concentración de Oxígeno Disuelto (OD) se mantiene adecuadamente por encima de los criterios de calidad del agua (5mg/l) y los porcentajes de saturación (OD Sat), por encima del 80.0% de acuerdo a la norma. En el indicador de calidad por excelencia de Demanda Biológica de Oxigeno (DBO), los niveles encontrados no cumplen con la norma para aguas superficiales de Clase B en las áreas de Jarabacoa y Santiago. En estos casos se excede negativamente la norma de 2.0 mg/l. Aguas abajo de la ciudad de Santiago, la DBO mejora hasta llegar a Montecristi, cumpliendo con las normas para aguas superficiales de Clase A y B, las cuales son 2.0mg/l y 5.0 mg/l, respectivamente. 

Los valores de Demanda Química de Oxigeno (DQO) son altos comparados con la DBO, lo que evidencia una alta contaminación con material no biodegradable, resultado del uso indiscriminado de agroquímicos y contaminantes industriales en la cuenca alta del Yaque.                     

Estos datos fueron publicados en el año 2002  pero coinciden con los análisis efectuados en la Comisión Ambiental del PES 2020. Se evidencia la completa inobservancia con las normas de Medio Ambiente de estos resultados. El río Yaque del norte acusa de una impactante contaminación agroquímica e industrial. Dicha contaminación no ha variado, y más grave aún, sigue en un aumento indetenible. 

Decenas de miles familias de Santiago efluyen sus aguas residuales de forma directa al río Yaque o a sus cañadas afluentes;  y de acuerdo al estudio de una muestra representativa de 12 empresas de la ciudad de Santiago, solo una cumple con las normas del Ministerio de Medio Ambiente para efluentes industriales. La Turbidez, el Nitrógeno, el Fósforo y el Amonio como indicadores de contaminación química del río Yaque a su paso por Santiago están aumentados significativamente de forma promedio en 450% por encima de todos los valores tolerables. 

Eso es grave de toda gravedad.   Si desata una gran movilización ciudadana, el Consejo de Cuencas podría asegurar el agua de Santiago, elevando el nivel de compromiso con el río Yaque. Hace falta: i) un Plan de Ordenamiento Territorial de la Cuenca;  ii) Un Sistema de mediciones hidrográficas de la cuenca en funcionamiento con monitoreo de indicadores de calidad del agua; iii) Normas de calidad del saneamiento cuenca; iv) Normas de Manejo de la erosión y sedimentación de la Presa de Taveras; v) Facilidades financieras y garantía para préstamos al sector privado para un plan de tratamiento de sus efluentes industriales; vi) Acciones de reforestación de la cuenca alta, formuladas y en operación, vi) Un Premio Municipal por Resolución del Concejo de Regidores de las Empresas Amigas del Yaque. En eso CORAASAN y el Consejo de Cuenca está trabajando ya

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