¿Logrará el Ex-Ministro derrotar al Cibao?

El ingeniero Víctor Díaz Rúa como Ministro de Obras Públicas asumió una posición adversa desde el primer día que tuvo conocimiento del proyecto estratégico cibaeño de Reestructurar el Puerto de Manzanillo.

La serenidad y prudencia que lo distinguía en sus funciones como Director General de INAPA, donde lo conocí, se transformó en una colérica vehemencia y despiadada oposición a la iniciativa del Puerto. Se enrojecía en las reuniones y perdía su connotada paciencia cuando ante él se explicaba este productivo, histórico y noble proyecto marítimo que por cierto estaba consensuado desde el primer PES 2002-2010 y fue reintegrado al nuevo Plan Estratégico “Santiago 2020”. Van 10 años de continuo, innecesario e inexplicable retraso.

A veces de forma vedada y en otras utilizando herramientas dilatorias, el ex-ministro se empleó a fondo para llevarle la contraria a la decisión del Presidente Leonel Fernández de conducir a feliz término la Reestructuración del Puerto de Manzanillo y la transformación de su entorno en un Área Internacional de Libre Comercio y Servicios. Influyó de forma determinante para retrasar por más de 12 meses la entrega institucional que debía hacer APORDOM del Puerto de Manzanillo a la Corporación Atlántica.

Lograda esta dilación, significativa para sus planes de boicot, también maniobró para que nunca se adjudicara como había instruido la Presidencia, ni un sólo metro cuadrado de tierra para hacer ni siquiera una mínima inversión en el entorno del Puerto.

Como si esto fuera poco, en el Cibao y la línea noroeste se sabe que luego de recibir la orden y los recursos para construir los 10 kilómetros de carretera que unen a Manzanillo con la vía internacional hacia Haití, el ministro aludido realizó una pantomima de reinicio de la obra, dejándola en poco tiempo abandonada a su propia suerte. El polo urbano de Manzanillo, está separado por una deteriorada franja vial, llena de hoyos, polvos, piedras y malezas que convierten su paso en una amenaza infernal para los más de 30 mil viajes que se realizan mensualmente hacia el municipio de Pepillo Salcedo.

Pero la gestión del ex-Ministro fue aun más osada. Todo el Cibao sabe que la velocidad conque facilitó la construcción de exitosas obras viales en Santo Domingo y el Este, en el Cibao fue todo lo contrario. Aquí están detenidas la Circunvalación Norte, la vía interurbana de Navarrete a Puerto Plata y toda la vialidad asociada al desarrollo integral del Parque Central de Santiago, y decenas más de otras vías claves.

Lo anterior es expresión de la incompetencia para asegurar el éxito de la parte estratégica y de sostenibilidad de las vías dominicanas que iba a ser garantizada por la concesión y gestión integral de los Peajes. La contradicción irresoluta entre los permisos otorgados a la Concesionaria Dominicana de Autopistas y Carreteras  S.A. (CODOCSA) y a la Dominicana de Vías Concesionarias, S.A. (DOVICON, S.A.) por la administración de los peajes, que ya tiene condenas internacionales, inmerecidas o justas, es una expresión de la gestión conflictiva efectuada por el ex-Ministerio de Obras Públicas en este tema.

Varias organizaciones de la sociedad civil, lo han responsabilizado de provocar que el gobierno sea condenado internacionalmente al pago de 45 millones de dólares.

Está excelente que se protejan los intereses dominicanos de una compañía que a nivel de peajes contratados desde el año 1998-2000, no hizo las inversiones de lugar contempladas en la concesión otorgada. Está brillante además que se asuma la defensa de la hacienda nacional en este caso. Pero es injustificable que una gestión de casi 8 años no pudiera resolver en buena lid una contradicción que detiene hoy la inversión sostenible en las vías dominicanas. Varios reportes de medios nacionales e internacionales registran, que el Ex-ministro “planeo dejarle el lío a las nuevas autoridades nacionales”.

Nos preguntamos en conclusión: ¿Puede el ex-Ministro, haciendo galas de su sectaria pasión anticibaeña poner a Santiago y el Cibao a pelearse con las nuevas autoridades?

¿Logrará su precipitada gestión promotora de conflictos institucionales y de gobierno, tirarle el desorden que él ha promovido en la gestión del Puerto de Manzanillo al nuevo Ministro? Y la pregunta categórica final:¿En un contexto de Reforma Tributaria, de Diálogo y Concertación Nacional,  puede el pasado Ministro de Obras Públicas entorpecer la gestión exitosa que hasta ahora viene efectuando el Presidente Danilo Medina Sánchez?

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