Inequitativa logística vial y portuaria del Corredor Duarte

La perniciosa logística vial y baja capacidad portuaria de las 14 provincias del Cibao es la mayor expresión de desigualdad productiva de la Nación. Más de la mitad del transporte de carga de 20.7 millones de toneladas terrestres anuales, circulan hacia el sur de la isla por esta vía. Este corredor Duarte, Santo Domingo, Santiago y Dajabón, tanto para los productos de exportación como de importación, es el mayor eje de injusticias económicas nacionales. Por aquí se moviliza alrededor del 70% de la exportación y más del 40% de la importación.

El Cibao abarca una superficie aproximada de 19,000 Km2, y representa el 39% del territorio nacional. Con 3 millones, 372 mil habitantes, y un 66% de ellos concentrado en los principales centros urbanos como Santiago de los Caballeros (30%); La Vega (12%); Puerto Plata (10%); San Francisco de Macorís (9%) y Bonao (5%).

Si excluimos la capital del sur de la isla, el Distrito Nacional, la Región Norte es el área geográfica de mayor importancia para la economía nacional. En esta región, se encuentra el 33% de la población económicamente activa (PEA) con un predominio del 70% del empleo productivo por encima del público.

En términos de actividad turística con menos del 10% de inversión pública del gobierno nacional, la Región Norte tiene el 27.5% de la ocupación hotelera en el país, siendo los principales destinos turísticos las provincias costeras de Samaná y Puerto Plata. En el sector construcción, más de un 40% de los inmuebles registrados en la DGII en 2017, estaban ubicados en el Cibao. En la actividad de zonas francas, más de la mitad de las empresas que conforman el sector se encuentran situadas en las 14 provincias cibaeñas.

En consecuencia, las 14 provincias cibaeñas debieran asumir el poder que le compete en la economía nacional. Sin la agropecuaria, agroindustria y producción industrial cibaeña, la Nación no acumulara el desarrollo de hoy. La franja sur de 18 provincias, cuyo eje es el Distrito Nacional, no puede seguir decidiendo el destino dominicano. En el sur predominan los empleos públicos, las tarjetas solidaridad, los bonos sociales, los seguros de salud subsidiados y las economías agropecuarias pre-modernas. Es nuestra visión que el futuro dominicano de esta tercera década del siglo XXI, debe corresponder al liderazgo del Cibao.

La fórmula de éxito para el nuevo liderazgo cibaeño, es la logística de carga y portuaria. Es el principal reto económico que enfrentará la República en la próxima década. La acción debe comenzar por el centro vial que evidencia la mayor inequidad nacional: el Corredor de la Autopista Duarte. Millones de toneladas de producción fluyendo a los puertos del sur, cientos millones de galones de combustibles consumidos innecesariamente, millones de gases de efecto invernadero generados y el fatal predominio de miles de víctimas en mortales accidentes de tránsito con millones de pesos perdidos.

El establecimiento de un armónico sistema logístico y portuario dominicano debe: i) consolidar el desarrollo de los sectores productivos nacionales, especialmente en el Cibao, ii) convertirse en el principal factor para la atracción de la inversión extranjera directa, y iii) posicionar al país como el hub logístico del Caribe, cumpliendo lo establecido en la Ley 1-12: Estrategia Nacional de Desarrollo 2030.

El Estado dominicano tiene que ponerse por encima de los intereses de la banda sur de la República y modernizar toda la infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria del norte. Se impone aportarle al Cibao mayor capacidad y calidad para atender la demanda logística de los sectores productivos como elementos clave para la exportación y el esperado crecimiento del comercio exterior del país. Provincias cibaeñas altamente productivas como Espaillat, Puerto Plata, Duarte, Monseñor Nouel y Valverde tienen todavía una infraestructura vial a nivel de caminos reales y vecinales del siglo XIX.

Aunque como Nación ocupamos el quinto puesto en infraestructura vial de América Latina y el Caribe superado sólo por Chile, Panamá, México y Brasil y tenemos una mayor calidad de nuestra red vial general, la estructura vial de estas provincias cibaeñas es una verdadera retranca para su capacidad productiva. Mover toneladas de productos entre las ciudades de San Francisco de Macorís, Moca, Licey y Santiago, consume más recursos y combustibles que hacerlo entre Santiago y Santo Domingo.

Apoyar las 14 provincias cibaeñas implica modernizar la infraestructura fronteriza para garantizar la seguridad de la carga y asimismo modernizar el puerto de Manzanillo para que se ocupe de toda la exportación portuaria del norte de República Dominicana y Haití. Se impone permitir además, efectivos movimientos de mercancía vía los pasos fronterizos del norte, potenciar el comercio internacional y facilitar la exportación con los socios comerciales de Haití, Estados Unidos, Puerto Rico, la nueva Cuba y Centroamérica. Con una equitativa logística vial y portuaria, las 14 provincias cibaeñas, con más inversión pública deben ser dotadas de un servicio aduanero que se distinga por su eficiencia y transparencia.

Al 2030, con el corredor Duarte re-direccionalizado hacia el norte, el Puerto de Manzanillo modernizado y la capacidad portuaria de Puerto Plata fortalecida, el Cibao debe erigir dos proyectos clave, el Cibao Trade Center y el Merca Cibao. El Trade Center para asegurar la operación de tecnologías de información que respondan efectivamente a las demandas transaccionales derivadas del comercio exterior, para facilitar oportunidades de inversión y exportación, simplificar trámites y ajustarnos a las demandas de nuestros clientes internacionales. El Gran Merca para acumular en un centro de acopio la mayor cantidad de productos del agro preservados en cadena de frío, agro-exportar con mayor capacidad y masificar el acceso de los dominicanos a los mejores productos de nuestra agroindustria y a una alimentación saludable y equilibrada.

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