Pandemia Covid-19 impone vigilancia centinela y activa

Los territorios para contener la pandemia de Covid-19 son las ciudades. La epidemiología es ciencia que bien empleada salva muchas vidas. El catalán Idelfonso Cerdá, urbanista primigenio y el proactivo médico inglés John Snow, padre de la epidemiología, coinciden en la teoría y práctica de las ciudades. En las urbes ocurren la mayor cantidad casos de la pandemia, dado que las ciudades reciben miles de visitantes sanos y enfermos. Tienen además la mayor densificación poblacional de habitantes por kilometro cuadrado (Km2). Ahí deben instalarse los puntos críticos de vigilancia centinela de fiebre, síntomas y signos asociados al Covid-19.  

Santiago como ciudad acumula densidad poblacional de 4,105 habitantes por km2 y el Distrito Nacional 11,458 hab/km2. Ambas ciudades reciben diariamente provenientes de otras provincias, más de 2.5 millones de visitantes día. Las dos están en el ojo del huracán Covid 19. Santiago logró el control inicial, a Santo Domingo se le anexa San Cristóbal en una epidemia mucho mayor.

En esta fase de reactivación al cuarto mes de operaciones (Marzo-Junio 2020), el eje de trabajo debe ser la vigilancia epidemiológica activa y centinela. En buena epidemiología es controlar a tiempo los brotes barriales, vigilando febriles en puntos críticos y haciendo las pruebas de rigor. El Covid llegó para quedarse y debemos adaptarnos a vivir con este virus, manteniendo tasas de ataque menores de 1% y 0% en las letalidades. Necesitamos aprender a convivir con este microorganismo tal como lo hicimos con el VIH, Meningococo, Haemophilus influenzae, Neisseria meningitidis, bacilo de koch, Vibrio cholerae  y muchos más.   

A nivel mundial, durante los próximos años, no obstante esta pandemia, la migración aumentará. Un 20% de los migrantes se concentrará en 20 áreas metropolitanas grandes del mundo, incluidas ciudades latinoamericanas. 272 millones de personas serán migrantes internacionales y asimismo deben tomarse en cuenta los 1,400 millones de turistas anuales que comenzarán a desatarse con furor.

La vigilancia centinela en esta fase nos permite ubicar geográficamente los puntos concretos que siguen generando la epidemia, controlar personas convivientes e impactar preventivamente los contactos. La epidemia dominicana se concentra en el Distrito Nacional, San Cristóbal, La Vega, San Francisco de Macorís, La Vega y Santiago, es ahí que debemos instalar centenas de puntos de vigilancia centinela.

La vigilancia epidemiológica centinela se trata de eso. De recolectar y analizar rápido los datos de la calle en forma sistemática y oportuna, provenientes de puntos concretos de control. Convertirlos en información y generar intervenciones focalizadas en zonas de casos en peligro de multiplicarse. Estudios indican que República Dominicana es uno de los países con mayor rigurosidad para imponer distanciamiento social, incluyendo cierres de escuelas, cierres de lugares de trabajo y prohibiciones de viaje. Hay que redoblar gestiones instalando en cada ciudad crítica, las operaciones de vigilancia centinela contra el Covid 19.

La vigilancia epidemiológica centinela es una herramienta de trabajo en la que la República Dominicana acumula experiencias. Es decir recolección eficiente, efectiva y eficaz de información crítica. Es el acopio de datos sociales y de salud relacionados con la creación de alarmas para enfrentar el Covid-19. Es sistemática, analítica e interpretativa de los datos de salud necesarios para la planificación, implementación y evaluación de políticas de control y erradicación, combinado con la difusión de los datos educativos.

Esencialmente, la vigilancia epidemiológica implica recolección de datos sobre un problema de salud, su análisis y posteriormente la utilización de los mismos en la prevención de enfermedades y en la mejora de las condiciones de salud de la población. La vigilancia epidemiológica especializada o centinela gesta y utiliza datos de alta calidad, recopilados en puntos críticos de control y unidades de salud seleccionadas.

Además de la vigilancia centinela, se utiliza la vigilancia activa y la pasiva. Debemos privilegiar la vigilancia centinela en las ciudades dominicanas vulnerables al Covid-19, y vigilancia activa en todo el territorio nacional. En la vigilancia activa se contacta con los puntos y actores comunitarios que puedan ofrecer información sobre posibles casos con los que han estado en contacto. Pero la vigilancia epidemiológica centinela selecciona cuidadosamente los miembros de la red de información porque la importancia está en la calidad de la información y el control de casos.

Un sistema de vigilancia es una gestión de recolección, procesamiento, análisis y presentación de los resultados de la frecuencia y la distribución de una enfermedad y patología específica, en nuestro caso la epidemia urbana de Covid 19, especialmente concentrada en las grandes ciudades dominicanas. Para que tenga éxito, un sistema de vigilancia epidemiológica debe desarrollar definiciones estandarizadas, aceptadas y conocidas por todos.

El Ministerio de Salud Pública dominicano lo tiene bien claro y normado, ahora de lo que se trata es redoblar gestiones de éxito. La información del Covid 19 que debe recolectarse de forma sistemática, tendrá que ser permanente, por mucho tempo. La información ha de ser exacta, precisa, sensible y específica. No es acopiar toda la información posible sino sólo aquella que sea útil para la toma de decisiones.

Se conoce que el exceso de información puede ser tan pernicioso como la carencia de la misma. La información de la que debemos recolectar mejor debe estar vinculada a las actuaciones de prevención y control que ejecuta el ministerio de salud. Es información para la acción. La información tiene que una referencia educativa y de promoción en salud para la población, pues ésta y sus representantes sociales deben integrarse al proceso, obteniendo información para tomar decisiones diarias.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) formuló una Guía operativa para la vigilancia centinela de la Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG), que se ajusta exactamente a lo que necesitamos. Información que aportará el control definitivo de la letal pandemia del Covi-19.

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