January 20, 2020
Robinson Abreu Blondet: Paradigma de la Medicina y la Política
El doctor Robinson Generoso Abreu Blondet es uno de los mejores profesores de ciencias que he tenido jamás. Pediatra exitoso en la Clínica Corominas. Modelo genuino de referencia técnica para todos los centros médicos privados y públicos de Santiago y República Dominicana.
Sus virtudes científicas, académicas y políticas residen en su capacidad humanista de entender el conocimiento médico. Igualmente, sus ingeniosos y estudiados modales de explicarlo a estudiantes, médicos y público en general. Sintetiza las mejores terminologías para exponer, informar y educar sobre las más complicadas categorías científicas o diversos métodos pediátricos de atención a la niñez.
En Santiago y el país se acepta que el pediatra Abreu Blondet nunca ha tenido un fallecimiento de pacientes afectados por dengue. Así acontece con todas las expresiones clínicas y epidemiológicas de esta patología. Eso todavía lo hace más meritorio. Más del 50% de los casos de dengue corresponden a menores de 15 años y muchos se concentran en Santiago. Sin “Robinson” como cariñosamente le decimos en la Liga Ciudadana, localmente la mortalidad por dengue acumulara números catastróficos.
En este escenario tener médicos como Robinson Abreu, es una ganancia para la República. Virtudes que pueden aprovecharse mejor si el Ministerio de Salud, facilitara que el profesor, hospital por hospital expusiera normas de cómo manejar el dengue. Mejor aun, se pueden grabar videos para los medios de comunicación y redes sociales. Él tiene el don de la palabra y explica muy bien.
La población urbana de República Dominicana concentra más del 75% de los habitantes, siendo el dengue la enfermedad infecciosa de más alta prevalencia en las ciudades. En 2019 el dengue en América alcanzó el mayor número de casos en la historia, con más de 2,7 millones, incluyendo 22,127 casos graves y 1.206 muertes. Considérese que en este pasado año 2019, la tasa de morbilidad llegó a 106.8 casos por 100 mil habitantes, con una elevación del 882% en relación al año precedente. El Salvador tiene tasa de 375, Honduras con 995.5, Belice acumula 1,021 y Nicaragua, con 2,271 cases.
Robinson Abreu nació en Santo Domingo en la primera mitad del pasado siglo XX. Todos sus méritos académicos y políticos los ha logrado en Santiago. Hijo de Generoso Abreu y Rita Blondet, es el segundo de una familia de cinco hermanos. Originario de una estirpe de luchadores anti-trujillistas, estudió medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y su especialidad de Pediatría en ciudad México, en el Centro Médico Nacional. Formó su linaje con la señora Antonia “Lolín” Valerio creando una armónica familia compuesta por cuatro hijos, los amigos, Robín, Rubén, Roxana y Rossina.
Sin abandonar sus ideas progresistas en contra de la dictadura, concursó para asistir a México. Alcanzó el primer lugar, y aunque le armaron un complot para evitar su salida al exterior, un alto dirigente médico de México quien además era militar, y había residido en República Dominicana, se convirtió en su principal soporte para acudir a estudiar la especialidad en Pediatría a la histórica capital del imperio azteca.
Hoy, el doctor Abreu Blondet es un emblema bioético y profesional de la Clínica Corominas. Uno de sus más notables fundadores. Honor que comparte junto a los doctores José Antonio Corominas Pepín, José Herrera D’Orville, Octavio Almonte Fermín, Raúl Martínez Bonelly, Israel Castillo, Andrés Peralta Cornielle y Juan González Bueno, entre otros. Miembro de al menos 10 de sus juntas directivas, siempre gesta armonía entre los diversos sectores profesionales que participan en ese gran centro.
En la esfera política, sus méritos tienen igual magnitud. Por la complejidad de las ciencias políticas y su aplicación en la lucha por el poder, todavía más. Aunque en esta disciplina no tiene estudios especiales, su experiencia no se improvisa. En un ámbito donde la gente se destaca por el número de bandereos, caravanas y acciones partidarias, el profesor Abreu Blondet se ha distinguido por sus ideas y aportes a la democracia, sin demandar nada para beneficio personal, nunca ha solicitado ningún cargo ministerial, rango partidario o legislativo.
Robinson tuvo una relación de total confianza con los presidentes Hipólito Mejía, Salvador Jorge Blanco y Antonio Guzmán. Igual fue su trato con el líder de masas, José Francisco Peña Gómez. Nunca utilizó estas amistades para beneficio personal. En su residencia de la avenida Estrella Sadhalá de Santiago, conocí a Peña Gómez acompañando a Rafael Taveras (Fafa) y a Rafael Báez (Cocuyo) momento histórico donde, facilitada por Peña, la izquierda enterraba la insurrección para concentrarse en la lucha electoral.
Colaboró activamente con las gestiones a favor de la Escuela de Medicina y del edificio de la Facultad de Ciencias de la Salud de la PUCMM, de la cual fue profesor de valía. Co-facilitó la construcción del nuevo Hospital Cabral y Báez y gestó desde la presidencia del Concejo de Regidores, un conjunto de proyectos e iniciativas clave para Santiago.
El doctor Abreu Blondet, es creador junto al doctor Juan José Batlle Álvarez de la Liga Ciudadana, un espacio de gobernabilidad que asumió la lucha democrática y el concurso de las ideas más progresistas de la década de los años 70 del siglo XX hasta nuestros días. La Liga cumplió 50 años, convocando a todos los líderes nacionales a verdaderas reflexiones políticas. Por ahí pasó Juan Bosch, Delio Gómez Ochoa, Dora María Téllez, Peña Gómez, Leonel Fernández, Danilo Medina, Guillermo Moreno, Álvarez Bogaert, Hipólito Mejía, Antonio Guzmán, Jorge Blanco y muchos líderes más.
Robinson Abreu Blondet es un auténtico paradigma de la medicina y la política dominicana. Gurú, mago, bola de cristal y alquimista de la gestión vernácula a favor del desarrollo. Todavía le quedan muchos años para servir a Santiago desde las diversas trincheras donde se encuentre, muy en especial desde la Comisión de Gobernabilidad y Gobernanza del Plan Estratégico Santiago 2030.