Santiago: Cooperación Externa y Sistema de Proyectos

Por Reynaldo Peguero

El profesor Fernando Rojas me solicitó los detalles que respondieran la interrogante que nos hiciéramos la pasada semana: ¿Cómo atraer la cooperación externa? Lo primero que se ha realizado para dar respuesta a esta cuestionante, es formular el Plan Estratégico “Santiago 2020”, como Agenda Oficial aprobada vía la Ordenanza Municipal No. 2945-010 con carácter de Ley. Una guía institucional elaborada concurrentemente por el Ayuntamiento de Santiago, las entidades del Gobierno Nacional coordinadas por la Gobernación provincial, la Oficina Senatorial, legisladores, la sociedad civil y las organizaciones del empresariado. Las fuerzas vivas de Santiago tienen una Visión Estratégica compartida al año 2020.

El Plan Estratégico “Santiago 2020” concertó las líneas maestras y las concurrencias para lograr el desarrollo sostenible de Santiago y su entorno regional. Consensuó los 50 proyectos “estructurantes” pues hacen sinergia con subproyectos o iniciativas focalizadas. Dícese “estructurante” dado su carácter integrador. Ejemplo, la Reestructuración de la Trama Urbana “Santiago Compacto”, es un proyecto que incorpora el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), con la iniciativa de imponer el crecimiento hacia el suroeste, pero también impedir las construcciones hacia la falla sísmica septentrional. También apuesta al desarrollo urbano vertical y a las Supermanzanas, consideradas como células organizadoras de esta estructura.

Ante estas propuestas estructurantes, las agencias de cooperación internacional y los bancos multilaterales van cómodos pues tienen las condiciones de que les sean presentados proyectos que facilitan “Ordenamiento”. En este país todavía significativos sectores sociales sólo proponen construir estructuras e infraestructuras, sin destacar que antes de “construir” hay que alinear el uso, propiedad, valor de uso y normas del suelo y espacio. Así aconteció en un reciente encuentro promovido por la Asociación de Industrias de la RD. Como indica García Bellido indagar quién, cómo, cuánto, para quién y con qué medios humanos, jurídicos y económicos se transforma un espacio socialmente producido es iniciar la gestión social de ese espacio. Las ciudades indica, deben configurar la “gestión coranómica” de cualquier territorio, o sea el entendimiento de las diversas técnicas sociales y culturales de transformación del territorio que incluyen normas para explotar cultivos, bosques y ciudades.

No hay proyecto de estructuras e infraestructuras urbanas del PES 2020 que no imponga la necesidad y la coherencia con el Ordenamiento Territorial. Quiere decir que los proyectos tienen coherencia territorial. Los cuatro (4) objetivos estratégicos de Santiago que orientan gobernabilidad, articulación, inclusión, gestión cultural, sostenibilidad ambiental, amistad con el Yaque, emprendedurismo y empleos dignos, son concurrentes al 5to. Objetivo estratégico de asegurar orden, conexión y equidad socio-territorial.

Constituye la guía de gestión que describe la dinámica con los diferentes actores para convocar,  articular, coordinar,  formular,  aprobar,  ejecutar, monitorear y ajustar. Pocas ciudades de Iberoamérica pueden mostrar a las agencias internacionales, lo que pauta Santiago. SIPROES además, sugiere y establece criterios y el diagrama de flujos para la organización de los proyectos; articulación de actores estratégicos; formulación y diseño; la gestión de la institucionalidad, la aprobación y financiación; la ordenación de la implantación; y la supervisión, monitoreo, ajustes y certificación de los proyectos. En la otra seguimos.

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