Santiago, una ciudad con alma

El Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU) nos ha convocado en esta segunda década del siglo XXI a desarrollar en nuestros territorios, CIUDADES PARA LA VIDA. Nos reta que impulsemos el alma de las ciudades y en tal virtud, que articulemos ciudades para el logro de la calidad de vida de la ciudadanía. La orientación del CIDEU recoge el sentido filosófico del proyecto santiaguero que efectuamos para formular la Agenda Estratégica de Cultura para el Desarrollo. Entendemos que una ciudad se constituye por históricas identidades tanto materiales e inmaterialesque se expresan en el modo de vivir de ciudadanas y ciudadanos.

Ciudades con alma es un tema cultural tratado en el fundamentalismo del periódico Granma al describir que la Galería Artis del Fondo Cubano de Bienes Culturales acoge “Ciuda­des”, la propuesta artística de Luis E. Camejo, donde este autor expresa con ángulos, luces, colores y texturas unacolección de imágenes de ciudades en que aflora un “extra especial”, ese que otorga, reflexiona el periódico cubano, el tiempo sempiterno de estructuras físicas compañeras de humanos, y sobre todo de la ma­no de algo interno y mágico que tienen las aglomeraciones urbanas donde seres humanos y seres edificados convergen y se dan la mano. Donde, añadimos nosotros, el medio social concurre conel medio construido creando en el fragor, el alma de la ciudad.

CIDEU subraya  “Ciudades para la vida” y propone hacer ciudades con capacidad de facilitar el buen vivir de la ciudadanía. Si ese es el objetivo, esa meta no depende exclusivamente del block, la varilla o el cemento. No se asocia sólo a infraestructuras y equipamientos, y menos aun al urbanismo clásico, o a la estructura de servicios que disponga una ciudad. Se relaciona con un conjunto de factores intangibles que son los que precisamente relacionamos con el alma urbana, y que abarca para el CIDEU, al menos cuatro (4) categorías: i) los valores que cada ciudad promueve y comparte,  ii) la manera en que la ciudad crea y reparte las oportunidades, iii) su capacidad de inclusión, y iv) su grado de equidad.

Eso es, a nuestra consideración, la cultura,  el alma de las ciudades.  Varias ciudades en especial Barcelona, España, Buenos Aires, Argentina, Mérida, México y Medellín, Colombia, coinciden conSantiago de los Caballeros en trabajar la cultura como expresión  del alma de la ciudad,  pues la cultura planificada y gestionada estratégicamente permite fortalecer valores para impulsar la creación de miles de empleos, reducir la violencia urbana, integrar las comunidades excluidas en las labores del desarrollo local y mejorar el aprovechamiento creativo de parques, plazas y espacios públicos en desuso.

La Agenda Estratégica de Cultura para el Desarrollo es el proyecto del plan estratégico 2020 que se orienta a trabajar “el alma de Santiago” para que ese estilo de ser santiaguero que históricamente se identifica con el trabajo, la autonomía, la innovación, la corresponsabilidad y autenticidad coloque aSantiago en el mapa de las ciudades del mundo que trabajan en gestión cultural integrada al desarrollo urbano. Ciudades que convergen en CIDEU y que se están convirtiendo en una referencia para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), especialmente para ONU-Hábitat, Banco Mundial, Banco Interamericano para el Desarrollo (BID) y varias fundaciones privadas que apoyan el desarrollo sostenible.

Es un hecho la importancia del poder de la cultura para impulsar el desarrollo local y asegurar la inclusión social en las ciudades, en tanto que la cultura se maneje creando productos culturales de calidad que aseguren un dinámico mercado cultural donde las artes visuales y escénicas concurran en el apoyo a las industrias creativas así como el aprovechamiento de los espacios públicos dotados de armónicos equipamientos culturales.

La Agenda Estratégica de Cultura para el Desarrollo deberá consensuar proyectos que fortalezcan el urbanismo incluyente, el impulso de una nueva animación sociocultural participativa, con artes visuales y escénicas que movilicen la ciudadanía excluida, con la realización de murales urbanos participativos como los que ya ha aportado el Centro Cultural Eduardo León Jimenes, con su iniciativa de CIUDAD RECICLADA, que genere centros culturales innovadores y que fortalezca los existentes, entre muchos otros.

Proyectos que evidencien de forma educativa y participativa cómo el espacio público puede crear oportunidades lúdicas, de gozo, diversión, ocio, empleo, educación y salud que se realizan en entornos seguros, con una paisajística atractiva donde el poder de la comunidad se ejerce para crear nuevos valores democráticos y consolidar los existentes. Santiago por encima de las necesarias y demandadas obras de infraestructura,  se piensa y desarrolla en este siglo XXI,  como una ciudadcon alma para la vida en democracia.

Comparte en las redes