Gobernabilidad y Centro Histórico

GOBERNABILIDAD Y CENTRO HISTÓRICO

Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio
Arzobispo Metropolitano de Santiago
Presidente del Consejo del Centro Histórico de Santiago.
(Conferencia Central en Seminario: “Alternativas y Retos para la Puesta en Valor del Centro Histórico de Santiago”. Viernes 2 de diciembre, 2011. Edificio Empresaria de Santiago de Los Caballeros)

INTRODUCCIÓN

Esta Conferencia se propone modestamente introducir el objetivo del presente Seminario-Taller, a saber, “generar espacios de discusión y análisis que fomenten un diálogo directo e incluyente con la ciudadanía y recopilar propuestas encauzadas a fortalecer acciones de desarrollo para el Centro Histórico de Santiago”, como también introducir sus tres mesas de trabajo, de las cuales se esperan conclusiones, propuestas y mecanismos de trabajo.  Consideramos que lo más importante de este Seminario-Taller ha de ser el resultado de las mesas de trabajo.

1.    GOBERNABILIDAD

1. 1  Definición de Gobernabilidad

Pensadores hay  que diferencian “gobernabilidad” de “gobernanza” y discuten acerca de ello.  Sin embargo, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, vigésima segunda edición, año 2011, da de ellas la misma definición, equiparándolas.

Sin quitar valor a la discusión entre esos dos términos y prescindiendo de las conclusiones a las que puedan llegar los pensadores, asumimos con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la definición de “Gobernabilidad” que nos ofrece, la cual, como dijimos, equipara a Gobernanza.

Gobernabilidad, pues, en dicho Diccionario es el: “Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”. 

Entendemos, también, con el Plan Estratégico de Santiago (PES) 2010, por Gobernabilidad “la capacidad que tiene una sociedad de crear espacios donde se construyan consensos para el desarrollo del bien común.  Esta capacidad tipifica la relación de la ciudadanía, sus actores estratégicos y su institucionalidad con el poder gubernamental y el poder fáctico existente” (Plan Estratégico  de Santiago 2020, pág. 339).

Con el mismo PES, “por tanto, nos preocupamos por “un Santiago articulado, participativo y democrático, con buenos mecanismos de coordinación y observación ciudadana”  (cfr. Ídem, pág. 64).

1.2     Estado, Empresariado y Sociedad Civil

De modo general, los tres actores de la gobernabilidad son el Estado (Gobierno Nacional y Municipal), el  Empresariado (el mercado, los productores de bienes económicos) y la  Sociedad Civil (la Ciudadanía).

De estos tres actores los dos más acentuados históricamente dentro de la “Gobernabilidad”  han sido el Estado y el Empresariado.  Modernamente  se está insistiendo en la “inclusión social”  de la nación o de la ciudad, es decir, en el papel activo y decisivo de la Sociedad Civil o Ciudadanía en la gobernabilidad de una nación o ciudad.

El Papa Benedicto XVI, al hablar del desarrollo económico, recoge esta tendencia actual y afirma que uno de los ocho errores de fondo que con frecuencia impiden un cabal, profundo y auténtico desarrollo del ser humano, en todos los órdenes, pero sobre todo en el orden económico, consiste en que se olvida la interrelación Estado, Empresariado (que él llama “Mercado”) y Sociedad Civil.  Dice textualmente en su Encíclica Social Caritas in veritate (El Amor en la Verdad), #34, citándola como un error:

“La práctica tenida hasta ahora de confiar primero a la economía la producción de riquezas y asignar después a la política la tarea de su distribución, prescindiendo de la sociedad civil. Juan Pablo II señaló esta problemática al advertir la necesidad de un sistema basado en tres instancias: el mercado, el estado y la sociedad civil.  Consideró que la sociedad civil era el ámbito más apropiado para una economía de la gratuidad y de la fraternidad, sin negarla en los otros dos ámbitos.  Hoy podemos decir que la vida económica debe ser comprendida como una realidad de múltiples dimensiones: en todas ellas, aunque en medida diferente y con modalidades específicas, debe haber respeto a la reciprocidad fraterna”  (Cfr. también mi libro “Benedicto XVI.  Sobre el amor, la verdad y otros temas”, capítulo 24 “Errores en el desarrollo actual”, Ediciones Ferilibro, del Ministerio de Cultura, pág. 184).

Valga la pena decir aquí que, para la realización de la Gobernabilidad con estos tres grandes actores tan complejos y diversos, se necesita un gran espíritu de negociación, de diálogo, de búsqueda de consensos y paciencia.  Hay que tomarse el tiempo necesario para ello, con la seguridad de que sus resultados son más eficaces y duraderos.

Estas afirmaciones sobre Gobernabilidad queremos referirlas ahora, de manera concreta y explícita, al  conjunto de todas las realidades del Centro Histórico, invitando a una reflexión profunda sobre cada una de ellas.

1.3     El Plan Estratégico

Para integrar estos tres actores, (Estado o Gobierno, Empresariado o Mercado, y Sociedad Civil o Ciudadanía), han surgido en  las ciudades modernas los planes estratégicos, como herramientas de gobernabilidad humana.

Al respecto me parece útil citar el siguiente texto, tomado de “Gobernabilidad Relacional y Estrategias Urbanas”, ponencia de Josep Centelles, pronunciada en el marco de la  Conferencia Internacional, organizada por el Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU), en Belo Horizonte, del 19 al 22 de noviembre 2002: 

“Establezcamos el símil de la goleta.  Podemos comparar la ciudad a un gran velero, “gobernarlo” es dirigirlo correctamente al puerto (objetivo) deseado.  Su capitán deberá conocer los mares por los que navegue, sus corrientes, los escollos, los vientos y las posibles tempestades, es decir, su entorno variable y a veces imprevisto.  Además deberá conocer las posibilidades y recursos del bajel (milieu), y dirigir el equipo que compone la tripulación (recursos humanos con conocimiento).

Existen dos grandes ámbitos, el externo, el entorno, que no podemos modificar, sobre el que podemos hacer unas previsiones, pero que está cargado de incertidumbres y que varía aceleradamente.  Y el interno, nuestros recursos, nuestras habilidades, nuestros deseos, y, sobre todo, nuestra gente y sus capacidades de colaboración en tareas orientadas la un objetivo común.

Pues bien gobernar la ciudad será capitanear este velero, a lo externo, nos enfrentamos a problemas de prospectiva como  intento de disminuir la incertidumbre.  A lo interno nos enfrentamos a un problema de gobernabilidad urbana.

La planificación estratégica urbana es una herramienta especialmente diseñada para abordar conjunta y coordinadamente estas dos perspectivas, que por otro  lado son inseparables.

“El plan estratégico sirve (es una herramienta) para gobernar con acierto la ciudad: saber a dónde queremos ir, diseñar el camino, identificar lo
s medios que cada actor debe aportar y poner en marcha un plan de acción.

Pero resulta tanto o más interesante constar que el proceso de planificación estratégica sirve, además, para generar un nuevo modelo de gobernabilidad urbana, un nuevo paradigma de gobernabilidad basado en la gestión relacional, es decir, en la cultura de la colaboración en red, de la pro-actividad de la participación activa y de la  negociación transparente,  etc.

El proceso de planificación estratégica se ha revelado como un eficaz acelerador del proceso de superación de los viejos modelos jerárquicos, monolíticos y, a menudo, paternalistas de administración municipal, para dar paso a nuevos modelos de gobernabilidad urbana basados en el “pacto de ciudad”, en la gestión de redes de actores urbanos y en la cooperación público-privada.

En otras palabras, la ciudad que pasa por un proceso sincero de planificación estratégica, aumenta la densidad de trama de la malla civil de relaciones urbanas y aumenta significativamente los niveles de colaboración entre sus actores.   Avanzar en madurez y densidad de trama civil organizada resulta en un beneficio incalculable por la significativa generación de sinergias que provoca.

Las metodologías de planificación estratégica urbana que se han desarrollado y puesto en práctica en los últimos lustros se ajustan a la doble visión (externa e interna) de la ciudad que se ha presentado anteriormente y lo hacen con vocación de ser esencialmente instrumentos de gobernabilidad”

El alcalde de Pasto (Colombia) resumía así los beneficios reportados por el  proceso de planificación estratégica en su ciudad: “Ahora nos sentamos a discutir, antes nos baleábamos”.

1.4    Un ejemplo del Centro Histórico de Santiago

Para visualizar nuestra presentación sobre gobernabilidad,  pongamos el siguiente ejemplo muy puntual de Santiago, recogido también en el “Plan Estratégico de Santiago 2020”:

“Los principales problemas generados por el transporte público urbano e interurbano se focalizan en el centro de la ciudad y su entorno inmediato.

La zona más afectada por las 28 rutas de conchos con sus 5,389 unidades es el área del Centro Histórico de Santiago, principalmente porque la cantidad de pasajeros que movilizan en esta zona supera la capacidad que tienen las vías.  Aunque desde la puesta en funcionamiento del sistema de parquímetros (2002) el nivel de conflictos de tránsito se ha reducido, todavía los conchos continúan produciendo conflictos de tránsito especialmente en las “horas pico”.  A ellos se agrega la localización de las 30 paradas interurbanas que amplían los conflictos de tránsito por la dinámica que generan.  En los últimos 10 años el número de paradas se ha duplicado, lo cual es indicativo que el Ayuntamiento no ha logrado controlar esta situación” ((PES, 2020, pág. 221)”.

Ante este dato de la realidad, hay que decir sin embargo, que para dar solución a este problema, “la gestión del Ayuntamiento no es suficiente para regular y ordenar el sistema de transporte público urbano e interurbano”  (idem, pág. 223).

Por lo tanto se necesita “la coordinación intersectorial entre el Ayuntamiento y todas las entidades vinculadas al tema del tránsito y transporte”  (cfr. ibidem pág. 223). Es decir, con otras palabras, que para la gobernabilidad o mejoramiento del transporte público en el Centro Histórico se hace necesaria la interacción del Ayuntamiento con los empresarios del transporte  y con la Sociedad Civil o Ciudadanía.

Pero este problema del transporte público,  relacionado con la gobernabilidad o búsqueda de soluciones de la problemática general del Centro Histórico, no es más que uno de los puntos temáticos que interesan acerca del Centro Histórico, como son también, entre otros, “alternativas de negocios” en dicho Centro Histórico y “la normativa y uso de suelos”.

Este Seminario-Taller busca, precisamente, dentro del marco de la gobernabilidad del Centro Histórico, no dejar de lado estas temáticas o realidades.

2    ¿QUÉ ES UN CENTRO HISTÓRICO?

2.1   En búsqueda de una definición

Se pueden dar diferentes definiciones de un Centro Histórico, dependiendo de los aspectos de su función, que se acentúen.

“¿Qué función tiene un centro histórico? ¿Museal, cultural, residencial, turístico, económico, etc., o de todo un poco”?  (Cfr. Nuestro Apéndice I).

Me quedo con esta última función y digamos que un Centro Histórico tiene “de todo un poco”.   Y en una definición de Centro Histórico, por tanto, pueden caber las cinco funciones antes dichas: El Centro Histórico en sí mismo es museo, es lugar de cultura, es espacio de residencias, de empresas económicas y la zona principal del turismo de una ciudad.

A estos cinco elementos, agregaría estos tres más:


– El Centro Histórico es Símbolo de la ciudad.  Como se traten los símbolos, así se trata lo que ellos representan.  De la misma manera, como se traten Centros Históricos y como estén ellos, así se trata y está el resto de una ciudad. Son como las salas de una casa: si ellas, que son su rostro, están descuidadas, el resto de la casa estará igualmente descuidado.
Se puede decir que el que no le importa el Centro Histórico, no le importa la ciudad como tal.
– El Centro Histórico hace parte de la identidad de una ciudad. Es un patrimonio.  Es herencia recibida de los antepasados.   Es como el apellido de las familias, las identifican y no se puede cambiar. 
– El Centro Histórico es atracción de la ciudad. Los visitantes vienen a ver los Centros Históricos.  De ahí también su valor como museal, turístico, económico y cultural.

Oviedo es considerada la ciudad más limpia de Europa.  Ha ganado varias  veces el llamado premio de la “Escoba de Oro”.  Pero no era visitada por los turistas, a pesar de ese dato, porque su Catedral y los edificios del Centro Histórico estaban descuidados.  Un Alcalde los limpió, cuidó de ellos y Oviedo vuelve a ser una ciudad con turismo y, por tanto, con un nuevo renglón de entradas económicas.

2.2 Términos y Conceptos

Para definir o identificar el tratamiento que se debe dar a un centro histórico existen muchos términos con muchos contenidos.
Helos aquí:

–    Protección  – renovación – revalorización
–    Restauración – rehabilitación  (con inclusión de)
–    Conservación – revitalización – gentrificación

“Los términos en la primera columna simbolizan una política o un concepto de una renovación muy estricta, orientada a las estructuras originales. Esto significa una conservación según los planes originales y usando también materiales auténticos. Es un proceso lento y sobre todo muy costoso y por esto casi solamente aplicado a monumentos / edificios de una importancia extraordinaria.

La segunda columna abarca los términos más usados, que significan conceptos más moderados, más “suaves” y también más amplios: No solamente la renovación de los edificios, sino también la rehabilitación, es decir la renovación para fines residenciales (y no museales!) y la revitalización, que contiene sobre todo obras para mejorar el entorno: peatonales, plazas, la arborización etc., todo con el fin de atraer / revitalizar funciones clásicas de un centro histórico: hoteles, restaurantes, museos. teatros, viviendas, comercio especializado y de alto rango etc.

Todos estos conceptos con sus estrategias correspondie
ntes contribuyen a la revalorización de un centro histórico y al mejoramiento de su imagen (tercera columna). Como consecuencia atraen capital privado para la financiación de gran parte de las obras, incluyendo las de gentrificación, un proceso muy conocido desde los años 90, el cual significa la renovación en parte muy lujosa de los edificios para hogares / personas de los estratos altos, es decir que dicho proceso estimula una re-migración / un retorno de una parte de estos grupos al centro desde donde salieron décadas atrás”.

De todos los anteriores la “Renovación” es el término más usado y no en vano predominan claramente los trabajos de renovación; se considera aquí que teniendo en cuenta las especificaciones del término, éste es probablemente el más acertado para definir los procesos en mención”.

Los términos y contenidos, que nosotros proponemos para el manejo y tratamiento del Centro Histórico, son los de la segunda y tercera columna.  A mi modo de ver, lo mejor de todos ellos lo recogemos con el PES 2020 en la expresión “Revalorizar el Centro Histórico” (Cfr. PES 2020, pág. 17) o la escogida para definir este Seminario-Taller: “Puesta en valor del Centro Histórico”.

2.3  Convivencia del pasado con el presente

A la luz de estos contenidos, hemos de decir que un Centro  Histórico ha de aprender a combinar, a hacer convivir su identidad propia con todas sus funciones y con todos los actores que en él intereactúan: residentes, empresarios (incluídos en éstos los buhoneros), Catedral, transeúntes, transporte público, turistas, etc.

Esta convivencia se puede definir como “Gobernabilidad del Centro Histórico”.  Para ello, han de interactuar, como hemos dicho, el Estado (Gobierno Nacional y Municipal), Empresariado (entendido en su sentido amplio, no sólo los comerciantes) y la Sociedad Civil (todos los demás actores o ciudadanía).

A este propósito, es muy útil tener en cuenta las diez  “recomendaciones por el desarrollo de las políticas  de los Centros Históricos” , propuestas por una serie de entidades italianas, españolas, latinoamericanas y del Caribe, implicadas con los Centros Históricos (ver nuestro Apéndice III).

Igualmente, en la línea de “revalorización” o “puesta en valor”, también es necesario que el Centro Histórico y su Patrimonio cultural/monumental  convivan  con las necesidades modernas.

Un buen ejemplo en Santiago, que crea un precedente normativo, es el Edificio Roque Adames del Arzobispado, en el que se respeta escrupulosamente, con aprobación de la Dirección de  Patrimonio Cultural, la identidad arquitectónica de dos fachadas de acuerdo a la época, levantando detrás de ellas tres pisos con modernas instalaciones, adecuadas a las necesidades actuales del Arzobispado.  El contraste entre lo que se ve externamente y lo que encierran esas dos fachadas tradicionales es sorprendente. 

La puesta en valor de estas mismas fachadas ha sido tan notable que con frecuencia se ven visitantes tomándose fotos delante de ellas, mientras que los usuarios de las instalaciones internas se sienten muy a gusto con las facilidades que ahora tienen.

Por otra parte, este tipo de soluciones es el que impera en Europa y países de América Latina.

2.4 Signos de revalorización

Considero, por otra parte, que tenemos hermosos signos de revalorización del Centro Histórico de Santiago, en datos como éstos:

  • La creación de una Dirección Regional de Patrimonio Cultural  para Santiago.
  • La creación por parte del Consejo de Regidores y de la Alcaldía, del Consejo para el Desarrollo del Centro Histórico de Santiago, y apoyo al mismo.  La función de este Consejo para el Desarrollo del  Centro Histórico de Santiago, es animar y facilitar la interacción de los diferentes actores que convergen en la gobernabilidad del Centro Histórico. No es un órgano ejecutivo, sino una mesa de diálogo.
  • Otras acciones que encaminan la Alcaldía y los Regidores en el Centro Histórico.
  • El Compromiso asumido por el Plan Estratégico de Santiago 2010 para revalorizar el Centro Histórico.
  • El compromiso asumido, asimismo, por los buhoneros de asumir sus propios negocios, conviviendo con el Centro Histórico y su entorno.
  • La creación de la Ventanilla Única, en fase final de conformación, para facilitar los trámites que se refieren al Centro Histórico, la cual recibió la aprobación formal del Ayuntamiento, el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Obras Públicas, el Ministerio de Medio Ambiente y CORAASAN. Todas estas instituciones, que son Gobierno Municipal y Nacional, implicaron a sus técnicos en el proceso de conformación  de la Ventanilla Única.  Nos consta que ellos trabajan con gusto y dedicación.  Se acordó que esta Ventanilla Única tendrá como Sede el local del Consejo para el Desarrollo del Centro Histórico de Santiago.
  • Estudios universitarios, que se realizan sobre el Centro Histórico.
  • El interés de la Asociación de Empresas del Centro de Santiago, concretamente por el  Centro Histórico.
  • El Seminario-Taller, “Alternativas y retos para la puesta en valor del Centro Histórico de Santiago”, tenido el 2 de diciembre 2011 en el Edificio Empresarial de Santiago, asumido decididamente por la Cámara de Comercio y Producción de Santiago.


3.    USO DEL SUELO EN EL CENTRO HISTÓRICO DE SANTIAGO

Considero que para esta temática lo más pertinente es presentar de nuevo los datos e informaciones que nos ofrece el Plan Estratégico de Santiago al respecto dentro de su capítulo “Uso y Ordenamiento Territorial”.  Concretamente es el acápite 11 de dicho capítulo, págs. 222-237.  Lo cito textualmente.

Protección o sustitución del patrimonio urbanístico-arquitectónico.

El dilema estratégico entre preservar versus sustituir las viviendas definidas como parte del patrimonio urbanístico-arquitectónico.

“El dilema entre la preservación versus sustitución de edificaciones que tienen un valor patrimonial para la ciudad es un tema también reincidente en la formulación del Plan Estratégico. Ya en el 2002 se señalaba que varias “…viviendas vernáculas han sido destruidas o modificadas sin ningún criterio de conservación para dar paso a nuevas estructuras físicas o lotes para estacionamientos”. Sin embargo, entre las propuestas de proyectos PES 2010 no se puntualizó ninguna que pudiera revertir dicha situación.    

El tema del patrimonio urbanístico-arquitectónico presenta dos dimensiones de análisis: una relacionada a valores culturales y otra a la rentabilidad del suelo. La primera se fundamenta en los conceptos de pertenencia, permanencia y apropiación. Esto es, en la expresión estilística y funcional de un período histórico determinado en la vida de un pueblo (pertenencia); en la pervivencia de los valores culturales conservados a través del tiempo (permanencia); y, en el sentido de empoderamiento de la población de un espacio valorado por sus condiciones ambientales, paisajísticas y funcionales (apropiación). Por su parte, la segunda se sustenta en el valor económico que adquiere el bien inmueble en el mercado inmobiliario. Ha sido este último valor el que ha prevalecido en la práctica urbanística-arquitectónica, especialmente en el área
del Centro Histórico.

La perdida de edificios propios del patrimonio arquitectónico de la ciudad se ha incrementado en los últimos 20 años

La pervivencia de edificios de valor patrimonial especialmente los correspondientes al uso residencial, año tras año se vuelve más difícil por los procesos de sustitución por nuevos usos a los cuales están sometidos. En los últimos 20 años hubo una pérdida del 40.0% de los edificios de valor patrimonial del Centro Histórico de Santiago. De un total de 687 inmuebles que presentaban estas características en 1989 se pasó a 412 en el 2009, lo que representó una pérdida neta de 275 edificaciones. Si se continúa con esta tendencia se estima que para el 2019 se producirá una reducción del 30% más por el estado crítico que se encuentran actualmente 123 edificaciones, predominantemente viviendas. Esto significa que de 412 edificaciones de valor patrimonial se pasará a 289.

Independientemente de la opción adoptada por los propietarios de estos inmuebles, la protección del patrimonio arquitectónico se ve limitada por la des actualización de la catalogación de los mismos. Es que si no se cuenta con un inventario de los edificios que merecen ser preservados y/o rehabilitados, es muy difícil asegurar su protección. Actualmente la Dirección Regional del Patrimonio Monumental ha iniciado este proceso, estimándose un levantamiento de información de aproximadamente un 30% de las obras de valor patrimonial. Sin embargo, este trabajo se realiza muy lentamente por los escasos recursos técnicos y económicos con que cuenta dicha Dirección y, porque a su vez, no existen otras entidades públicas y/o privadas que colaboren con ello.

A pesar de los trabajos de pintura, iluminación y pavimento de aceras realizados a partir del año 2007, el Centro Histórico presenta una imagen de degradación, abandono de algunas edificaciones y pérdida paulatina de inmuebles por demolición. Entre las principales causas de esta situación cabe señalar el “descuido” a propósito de los inmuebles para su venta; la escasa o nula inversión de los inquilinos, la ausencia de líneas de financiamiento de los bancos comerciales para la rehabilitación del patrimonio arquitectónico, el abandono continuo de los propietarios de los inmuebles localizados en el Centro Histórico y el escaso aprovechamiento de los centros de manzanas con nuevas edificaciones (desarrollo urbano-inmobiliario), de manera de no alterar el paisaje urbano característico del mismo.

La sustitución del uso del suelo residencial en el Centro Histórico por otro de tipo comercial y/o de servicios tiende a perpetuarse.

La dinámica de uso del suelo del Centro Histórico ha presentado variaciones importantísimas en los últimos 18 años, producto de la dinámica experimentada por la ciudad con el fortalecimiento de las zonas francas en la década de los ´80 y el crecimiento del sector de servicios. No obstante, la actividad comercial continúa representando el mayor porcentaje con un 52.0% del total de usos que alberga el Centro Histórico. Por otra parte, la tendencia de sustitución del uso residencial por el de comercios y/o servicios financieros o profesionales, se acentúa cada vez más. Aunque la vivienda ocupa el segundo lugar en magnitud (20.0%), ha disminuido en un 18.0% respecto a lo que representaba en 1989. Situación que se entiende por el crecimiento del uso de servicios por sí solos o asociados a usos residenciales. Es decir que, aunque aún se mantienen solares con el uso residencial, son compartidos en un alto porcentaje por otros usos de carácter terciario (salones, estudios, entre otros).

Por otra parte, resulta interesante el fenómeno de los solares dedicados a estacionamientos, que generalmente responden a demandas de actividades que han crecido considerablemente como las clínicas o centros privados de atención de la salud o centros educativos, o, producto de una actividad lucrativa impulsada por los propietarios de dichos solares que no viven en el centro histórico. Finalmente, aquellos usos de carácter institucional han disminuido respecto a la situación de los últimos nueve (9) años, por un proceso de localización en otros sitios externos al centro histórico.

La distribución del uso del suelo en el Centro Histórico está asociada a la dinámica de sustitución que ha representado el cambio de vivienda a comercio y/o servicio. En el Mapa Nº 17 se observa cómo la actividad comercial continúa ocupando aproximadamente el 60.0% de la superficie total del Centro Histórico. Su distribución se produce especialmente entre las calles 30 de Marzo, al oeste, Luperón, al este, Vicente Estrella, al sur e Independencia, al norte. Distribución que responde a la localización del comercio próximo a las grandes tiendas, como La Sirena, Plaza Lama y El Encanto, o a instituciones gubernamentales como la Universidad Autónoma de Santo Domingo, o, a centros de salud como la Clínica Corominas.

En el caso de los usos residenciales, éstos se concentran fundamentalmente en las zonas periféricas del Centro Histórico, como el sector tradicional de Los Pepines o la Av. General López, donde el gobierno central en la década de los 80 construyó viviendas asociadas a usos comerciales y/o de servicios. Este tipo de uso predomina en estas áreas por sí sólo o, a través de usos mixtos de los inmuebles. Los usos mixtos de servicios con comercio, se han desarrollado fundamentalmente en las proximidades de las avenidas General López (Antonio Guzmán) y Las Carreras, o, de las calles Luperón y Cuba. La tendencia que se observa es una disminución progresiva del uso residencial y un incremento de los usos destinados a servicios profesionales y/o técnicos y para estacionamientos. 

Estos cambios inciden en las formas de ocupación del suelo urbano en el Centro Histórico, donde hay un predominio de manzanas cuyas áreas de edificación ocupan entre un 80% y un 100% del total de la superficie de manzana. Los centros de manzanas liberados como “patios” son escasos por las actividades comerciales y de servicios que predominan en esta área. Salvo en los sectores de Los Pepines, donde predomina el uso residencial y de edificaciones de baja altura, el porcentaje de edificación ocupa entre un 40% y 50% del total de la superficie de la manzana. 

Gestión del patrimonio urbanístico-arquitectónico se ha concentrado en la toma de decisiones que realiza la Dirección Regional de Patrimonio Monumental

Con relación a la gestión del patrimonio urbanístico-arquitectónico, hay varios actores que participan directa o indirectamente de la misma, especialmente el Consejo para el Desarrollo del Centro Histórico de Santiago de los Caballeros, avalado por la Resolución Municipal No.2760-2006 del 27 de julio de 2006, no obstante la rectoría y fiscalización de le efectúa la Dirección Regional de Patrimonio Monumental, la encargada de velar por su protección, mejoramiento y conservación. Hasta el presente, toda nueva edificación y/o remodelación que se efectúa en un solar determinado es autorizado o no por esta entidad con el aval de la no objeción que le otorga el Ayuntamiento. La limitación que presenta esta modalidad de gestión es la centralización de la Secretaría de Estado de Cultura, en consecuencia esta Dirección Regional muchas veces promueve exclusivamente la conservación del patrimonio arquitectónico en sí mismo,  independientemente del impacto que ocasione un determinado uso al territorio en el que se inserta el Centro Histórico.

El problema de esta modalidad de gestión es que esta Dirección no realiza estudios de actualización, ni de proyección al futuro. El CEUR-PUCMM y el Consejo del Centro Histórico de Santiago de los Caballeros en 199
6 y 2007 son los que han actualizado la información existente. Si no se cuenta con estudios que evalúen la dinámica territorial de manera integral, no se garantiza que con el otorgamiento de un permiso o autorización para una nueva edificación o remodelación de una existente, se contribuya a la preservación del patrimonio urbanístico-arquitectónico.  

No obstante, en términos operativos, la Dirección Regional de Patrimonio ha establecido dos zonas de intervención en función del nivel de conservación en el que se encuentra el patrimonio que se denomina Zona de Conservación Absoluta, y, otra, denominada Zona de Conservación Relativa. Mientras la primera presenta más restricciones en términos de altura de edificación, balcones, galerías, entre otras; la segunda admite mayor flexibilidad para las intervenciones que se propongan realizar allí.

Otra de las debilidades que presenta la gestión actual del patrimonio urbanístico-arquitectónico es el escaso financiamiento que destina el Gobierno Central para la conservación, rehabilitación, restauración y revalorización de los bienes inmuebles de valor patrimonial. La más afectada de esta situación es la propia Dirección Regional de Patrimonio Monumental, la cual no puede cumplir eficazmente sus funciones de delimitar el Centro Histórico; impedir la destrucción e implementar la puesta en valor de los sitios con valor patrimonial; y, evitar su. Con un escaso personal conformado por un Coordinador y 3 supervisores y carente de un asesor legal, esta Dirección debe cumplir dichas funciones. Una solución al problema de gestión de la Dirección Regional del Patrimonio Monumental sería el otorgarle autonomía, ya que la Oficina Central de Santo Domingo no le confiere facultad para la toma de decisiones o manejo presupuestario.

Esta gestión territorial se ha caracterizado por un proceso en el cual los inversionistas, los propietarios y las empresas prestadoras de servicios públicos (energía eléctrica, teléfonos y tele cable) desarrollan sus acciones independientemente de la gestión del Ayuntamiento y de la Dirección Regional de Patrimonio Monumental. Esto significa que es la gestión privada la que se anticipa y define hacia dónde dirigir los destinos del Centro Histórico, y no al revés como es la naturaleza y razón de ser estas instituciones, encargadas de administrar el territorio de los bienes patrimoniales. Esta dinámica trae consecuencias de sustitución permanente de elementos arquitectónicos y urbanísticos de innegable valor histórico. Esta inadecuada estructura de gestión territorial, centralizada en la toma de decisiones de decidores desinteresados en la protección patrimonial, tiende a destruir aún más lo poco que queda”.

CONCLUSIÓN

Soy consciente de que una Conferencia, como ésta sobre un tema tan complejo como es un Centro Histórico, en el que intervienen tantos actores, nunca puede ser completa ni exhaustiva.  Pero valga repetir el objetivo de la misma:  No quiere ser más que una modesta introducción a Mesas de trabajo y a ulteriores reflexiones y acciones.  Reitero que considero que los resultados de esto último es lo más importante, es decir, lo que viene a continuación.

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