Los tres tramos de intervención del Arroyo Gurabo

La ciudad de Santiago de los Caballeros es un territorio vulnerable al riesgo de la inundación. Más de 50,717 mil personas están expuestas a estos eventos que de acuerdo a los análisis sistémicos efectuados por el Plan de Gestión de Cuencas de CORAASAN y Plan Estratégico 2020. Eso lo sabe y los han visto y vivido casi todas las familias santiagueras. De este total de expuestos, el arroyo de Gurabo podría afectar el 29.0% de todos los ciudadanos vulnerables de la ciudad. Son unas 14,547 personas que es lo mismo 4,156 familias pobres. Consideramos que el arroyo Gurabo estratégicamente tiene que valorarse como el Área Norte del Anillo Verde de Santiago que tenemos que desarrollar en Santiago, en otras palabras el verdadero Cinturón Verde que debemos articular en el entorno del polígono central.

Para toda la ciudad de Santiago un evento de inundación derivado del río Yaque del Norte de 100 años de período de retorno puede producir daños por valor de más de $270 millones de dólares y afectar directamente a más de 29,000 personas, aproximadamente un 3.0% de la población. Estos daños se han calculado teniendo considerando el régimen natural del rio Yaque del Norte a su paso por la ciudad. Es una situación hipotética mucho más desfavorable que la que se vive actualmente, pues la presencia de grandes embalses Taveras-Bao aguas arriba del río, actúa como elemento de control y reducción de caudales pico generadores de inundación.

El arroyo de Gurabo es la tercera gran subcuenca de la ciudad de Santiago de los Caballeros, que recorre los sectores de Villa Verde, Gurabo, Los Santos, Ensanche Bolívar, Ensanche Bermúdez,Mejoramiento Social, Buena Vista, Urbanización Paraíso, Gurabo Abajo, Los Rieles, Urbanización Alejo y Gurabo al Medio. El cauce del Arroyo Gurabo tiene una longitud aproximada de 8 kilómetros medidos desde la avenida Circunvalación Norte hasta su desembocadura en el río Yaque del Norte, pudiendo llegar a 12 km si consideramos su transcurrir desde la Cordillera Septentrional. El perímetro de la parte alta de la minicuenca cubre una extensión aproximada de 17 kilómetros cuadrados lo que representa un área de 1,700 hectáreas (equivalente a 27,030 tareas).

Al norte de la avenida Circunvalación Norte, el primer tramo de esta minicuenca Gurabo, está comprendido entre el inicio de las estribaciones de la cordillera septentrional, a una altura de 183 metros sobre el nivel medio del mar. El segundo Tramo transcurre desde la calle 10 hasta la avenida Estrella Sadhalá. Esta una zona de alta prioridad para actuar eficientemente con impacto. Se encuentra entre la avenida Estrella Sadhalá y la continuidad del arroyo Gurabo hacia el nordeste. Esta área posee un carácter urbano muy diferente, con presencia de muchos vacíos urbanos (solares yermos) y áreas poco consolidadas, en especial, en la margen derecha del arroyo.

Sin embargo, en toda la orilla de este segundo tramo se encuentra barrios con infraviviendas muy vulnerables. En esta zona se plantea el reordenamiento y la renovación urbana, con el aumento de la densidad y ocupación de vacíos, el realojo de las familias y viviendas precarias, la mejora de la conectividad, la recuperación del arroyo y la creación de una red de áreas verdes, espacios públicos y conectividades.

El tercer Tramo del arroyo Gurabo transcurre desde esta vía hasta la desembocadura en el río Yaque del Norte. También es una zona altamente crítica y su intervención requiere una actuación integral con el río Yaque.

Una inundación de 100 años de período retorno en el arroyo Gurabo afectaría 14,547 personas, 3,636 viviendas, 176 comercios, 4 industrias, 3 escuelas, 4 instituciones y un centro de atención primaria. La meta en materia de saneamiento de la cuenca hidrográfica de Santiago, especialmente del Arroyo Gurabo no puede ser a “medias tintas”, sino radical: recolectar y tratar el 100% de las aguas residuales. Es tarea urgente recuperar esta subcuenca que constituye un verdadero río que nace en la cordillera septentrional y surca la ciudad del nordeste hacia el oeste.

En un crecimiento urbano que se extiende hoy por un área metropolitana superior a los 103 km cuadrados que ha generado en los últimos 40 años, graves alteraciones en la calidad del agua de la cuenca de Santiago. Las excretas y secreciones de poblaciones de extrema pobreza se constituyen en verdaderas bombas contaminantes. Las masivas descargas directas de aguas “negras” de las viviendas más los efluentes industriales y residuos sólidos que se lanzan al arroyo Gurabo, hacen que esta subcuenca sea una de las más contaminadas de Santiago y una de las zonas de mayor riesgo de inundación. En la otra seguimos.   

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