Cultura es modo de vida y expresión del tejido social

Por Reynaldo Peguero

 

Hoy es una obviedad pero hace 50 años era crítico y casi un atrevimiento, entender la “cultura” como se concibe actualmente: el modo de vida de una sociedad, comunidad o territorio concreto; sus rutinas cotidianas y la expresión de su tejido social. La ley establece que por cultura debe entenderse el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan los grupos humanos y que comprenden además de las artes y las letras, los modos de vida y convivencia, los derechos humanos, el sistema de valores y símbolos, tradiciones y creencias, asumidos por la conciencia colectiva como propios. Son esas formas y contenidos generales de ser, que nos hace santiagueros. Próximo a esta definición debiera estar el proyecto en formulación para Santiago, de una Agenda Estratégica de Cultura, como eje del Plan Estratégico “Santiago 2020”.      

Si en Santiago queremos entonces echar a andar un sistema cultural que armonice la gestión, la creación y la infraestructura cultural, el punto de partida es el modo de vida y la identidad social con este territorio. De ahí que es muy coherente con este abordaje, el conjunto de intervenciones que desde el ministerio de cultura, la dirección cultura del ayuntamiento y las entidades de la sociedad civil como el Centro Cultural León, se realizan en comunidades, barrios y escuelas para generar ese encuentro creativo con el modo de vivir, valores, tradiciones y creencias de las y los santiagueros.     

Si la cultura y su gestión comunitaria se valoran así, es decir como un catalizador del desarrollo humano,  es porque podemos utilizar ese acervo de hábitos, rituales y modos de vida en el crecimiento y el progreso de Santiago. Si sabemos entonces aproximarnos incluyentemente a las originalidades y pluralidades de las manifestaciones culturales que caracterizan a las y los santiagueros, sus visitantes locales e internacionales darán importancia a sus modos de vivir, sus valores, y tradiciones, los cuales se expresan también, en su cotidianidad, su arte y sus letras.

Dado que aceptamos la cultura como las maneras mediante las cuales la ciudadanía de un territorio vive junta, entonces la perspectiva y el enfoque estratégico de trabajo deberían asegurar, que las entidades culturales se acerquen a esas prácticas, tradiciones y valores para lograr impactar en la mejora de la calidad de vida de Santiago. La cultura y su planificación estratégica, deben asumirse como catalizador del desarrollo local.  Se trata entonces de sumar, rescatar y aprovechar las actitudes y hábitos saludables, constructivos, empáticos y de ciudadanía solidaria que expresan cotidianamente las y los santiagueros. No hay posibilidades de impulsar creativamente la armonía del Sistema Cultural de Santiago en una Agenda Estratégica, si no iniciamos las labores de impulso por la base de este sistema cultural, en el barrio, en la familia y la escuela.
Es en el barrio que encontramos los tesoros culturales de un concurso de chichiguas, los más de 10 retozos de bellugas que son posibles practicar en la calle, todas los juegos barriales como el Pañuelo, la Cantarita, las “Escondías”, la Peregrina y la Cortinas del Palacio, la Estatua, entre otros. En este orden, se destaca la gestión barrial que realiza el Ayuntamiento al respecto. No obstante, son innumerables  los hábitos y modos  de vivir y gozar, que son culturalmente rescatables y replicables.

Son tantas las potencialidades e innovaciones que se encuentran en las semanas culturales de las escuelas, en los concursos populares de poesías y cuentos, también en las competencias de redacción y ortografía, en los concursos de Caretas del Carnaval impulsadas por el Ministerio de Cultura. Qué gran cantera de creatividad popular y unidad barrial tienen las decoraciones barriales de las navidades que el Centro León comienza a rescatar cada año, o el relanzamiento de las fiestas Patronales de Santiago Apóstol, que la Arquidiócesis ha venido trabajando para su puesta en valor; o los Festivales de Arte Vivo de Casa de Arte, o la Feria de teatro escolar que impulsa 37 por las Tablas y la Oficina Senatorial. Este modo de vivir de la ciudadanía conforma el sistema cultural de Santiago y entendemos que es un yacimiento cultural invaluable, pues definitivamente la cultura le aporta al ser humano la capacidad de reflexionar sobre si mismo, la condición de considerarse un ser inacabado y en constante reflexión. En esto creemos y eso estamos incitando.

Comparte en las redes