Discurso Lic. Carlos A. Fondeur: Seguridad Ciudadana de Santiago

Santiago está afligido y abatido por el actual episodio de violencia que nos afecta. Exactamente como acontece en las grandes epidemias de enfermedades, cíclicamente esta ciudad es atacada por graves incidentes de violencia. Se ha creado una sensación que el Estado dominicano ha sido derrotado por pandillas y carteles que controlan los negocios ilícitos de la República Dominicana.

Delincuentes que si no son intervenidos ya y ahora, harán nuevas escaladas de crímenes, pudiendo pasar al secuestro, la intimidación y el chantaje del sector privado y de la mayoría de las buenas y humildes familias santiagueras.

Santiago de los Caballeros durante mucho tiempo fue la ciudad más pacífica de toda la isla. En la década de los 80 disfrutábamos de muy bajas tasas de delincuencia y homicidios, mientras en otras ciudades de América Latina como Ciudad México, Medellín, Cali, Buenos Aires, Quito y San Pedro Sula, estaba en franca ebullición la violencia urbana, Santiago se mantenía tranquilo, apacible y pacífico.

En los pasados 10 años la situación de violencia ha cambiado drásticamente. Progresivamente acontecen decenas de asesinatos anuales por ajustes de cuentas entre pandillas; asimismo diversos grupos de sicarios cumplen sangrientas misiones; se ha masificado las agresiones y la violencia contra las mujeres y niños; por igual cientos de personas fallecen cada año en accidentes de tránsito

De acuerdo al Sistema  de Indicadores del Banco Interamericano (BID) recopilado por el CDES, Santiago hoy no es una ciudad segura. Desde que cualquier ciudad del mundo tiene valores superiores a los 10 homicidios por 100 mil habitantes ya está en una franca epidemia de violencia. En República Dominicana las ciudades del Sur y Este de la Isla están más afectadas que Santiago pues nuestra ciudad tiene valores de 15-18 víctimas por 100 mil, otras ciudades acumulan niveles superiores.

Queremos dejar bien claro que hasta una víctima que tengamos por hechos violentos es una gran vergüenza para la democracia dominicana y un sufrimiento indeleble para las familias afectadas.

No somos la peor ciudad en materia de seguridad, pero la masificación que hacen los medios de comunicación de incidentes, las ruedas de prensa diarias de la policía anunciando hechos violentos y la violación de la intimidad de muchas víctimas que hacen varios productores informativos especialmente a la hora del medio día, cuando las familias santiagueras almuerzan, tiene a esta sociedad hastiada.

Debemos reconocer que la situación de la violencia en Santiago en todas sus formas ha cambiado para mal. A nuestras oficinas del Consejo Estratégico, las diversas federaciones de juntas de vecinos, traen graves denuncias de decenas de atracos no resueltos, de masificación del microtráfico de sustancias, de participación de los mensajeros “deliveris” en los robos y asaltos, de falta de profesionalización y baja calidad de vida de los policías y del establecimiento de peajes comunitarios a la delincuencia barrial de algunos mandos policiales medios.

Relacionado con todo lo anterior están los severos accidentes de tránsito, la mayoría de los cuales se deben a conductores ingieren alcohol, manejo agresivo en las vías y ausencia de protección de los motociclistas. Todos estos graves problemas anteriores imponen hoy que organicemos este Consejo por la Seguridad de Santiago.

La organización de esta entidad era una manifestación sentida por cientos de organizaciones comunitarias que lo demandaban ante la frustración de varias estrategias de participación promovidas por el Estado dominicano y por el nombramiento fallido de voceros por la seguridad ciudadana designados por el Ministerio del Interior.

Este Consejo por la Seguridad de Santiago es una iniciativa de más de 50 entidades sociales y comunitarias, gestada por la Fundación Vanessa y la Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago (ACIS) y  apoyada por nuestro Consejo Estratégico de Santiago (CDES).

Especialmente felicitamos al doctor Juan Ramírez que siendo cardiólogo y presidente de Clínica Corominas, se ha sobrepuesto al gran dolor familiar de perder una hija en manos de crimen y ha mantenido el tema trabajando con nosotros y muchas entidades de Santiago hasta formar esta entidad que dejamos articulada hoy.

En muchas ciudades de América Latina hay exitosos Consejos de Seguridad Municipal funcionando muy bien en coordinación con los gobiernos nacionales y los ayuntamientos. Así acontece en Medellín, Cuenca, Lima, Ciudad México, Managua y Buenos Aires. Decenas de Agencias Internacionales trabajan ayudando las ciudades y entre estas subrayamos para la República Dominicana, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), el Programa de Naciones Unidas (PNUD), el BID y la Unión Europea (UE).

El Plan Estratégico que ha logrado una cantidad importante de proyectos y mantiene activas otras iniciativas que son trascendentales para Santiago, tiene definido las Mesas de Cooperación Internacional con Santiago, ubicando la seguridad ciudadana en la Gobernabilidad que denominamos Santiago Articulado, Participativo y Democrático.

Un Santiago Articulado en seguridad ciudadana implica que tengamos coherencia y cohesión social en nuestras acciones.  Involucrando a todos los sectores interesados en esta iniciativa. Las organizaciones de mujeres, las ONGs, las Iglesias y las parroquias y las juntas de vecinos.

Un Santiago Participativo en Seguridad Ciudadana implica que cada barrio que participe en esta iniciativa, tiene que aportar decenas de promotores y vigilantes comunitarios para que sean capacitados en seguridad ciudadana y aseguren una colaboración crítica con la Policía Nacional y los organismos del Ministerio Público.

Asimismo reporten los hechos que acontecen en boletas de  seguridad ciudadana, y nos ayuden a encontrar puntos críticos donde podamos intervenir mejorando calidad de vida, gestionando empleos dignos y apoyando los micronegocios barriales principalmente en pequeñas industrias culturales y comercios.

Un Santiago Democrático en Seguridad Ciudadana significa que el Consejo que estamos formando a partir de hoy se institucionalice, tenga principios, estatutos adaptados a la ley y sus organismos ejecutivos de conducción y cuente con la corresponsabilidad de todos sus miembros.

El Consejo Estratégico de Santiago (CDES) que presidimos se compromete a ser parte activa de este proceso por la conquista de la seguridad ciudadana de Santiago, poniendo sus especializados recursos humanos y técnicos para el éxito y la sostenibilidad de este Consejo por la Seguridad de Santiago.

Muchas gracias.

Comparte en las redes