Santiago caribeño en el Centro León y Casa de Arte

Por Reynaldo Peguero

Santiago vuelve mostrar sus eventos culturales exitosos. Primero fue el Festival de Arte Vivo de Casa de Arte. Pintura, teatro, poesía, merengue, bachata, bolero, palos, atabales, salves y trovas, son sólo algunas de las voces culturales y ritmos presentados por una selección de artistas caribeños en el mismo centro histórico de la ciudad. Asimismo, con singular encanto nos envolvimos en la creativa puesta en escena y la incluyente metodología del Centro León que en alianza al Ministerio de Cultura y al Instituto de Estudios del Caribe, realizó el Congreso Internacional “Música, Identidad y Cultura en el Caribe (MIC), El Jazz desde la Perspectiva Caribeña”. Con estos y otros eventos permanentes, Santiago se consolida creemos, como el territorio más musical, alegre y gozoso de la isla.

Cultura es alma y espiritualidad. Cultura, además de las artes y las letras, contiene los rasgos propios, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan los grupos humanos y que comprenden los modos de vida y convivencia, los derechos humanos, el sistema de valores y los símbolos; las tradiciones y creencias, asumidos por la conciencia colectiva como propios.

El IV Congreso Música, Identidad y Cultura (MIC): “El Jazz desde la Perspectiva Caribeña”, fue un sobresaliente recuentro con el alma, el sentir y la espiritualidad caribeña de los santiagueros. El Centro León y las entidades aliadas, se esmeraron en reunir lo mejor de la música de los músicos. Además de apreciar la música en si misma, los artistas prepararon sus conversatorios. Había músicos en conferencias, mesas y presentando la arqueología musical de sus vidas. Pero también doctores en música, profesores de arte, etnomusicólogos y expertos que realizaron auténticas disecciones del jazz. Asimismo los cafés, bares y restaurantes se favorecieron con estos eventos. Se diseminaron además, cientos de enseñanzas replicables para la ciudad, que iremos comentando progresivamente.

Hoy nos unimos al insurrecto, innovador e imaginativo Tony Vicioso; la mágica y exquisita intérprete Xiomara Fortuna, dominicanos; el analista musical Basilio Ortiz de España y el creativo y virtuoso músico usa-finlandés Paul Austerlitz. Todos sin poses catedráticas, con mucha sencillez e intuición, narraron sus experiencias. En la base de sus reflexiones reside la sugerencia de rehabilitar la “música de calle” y lanzar y poner en valor programas prácticos para que los músicos puedan “tocar heavy todos los días”. Si se quiere una ciudad de buenos músicos, conciertos y ferias musicales; Santiago debe ayudarlos para que ejecuten música permanentemente, cada día y en las calles, sin mucha pompa y eventos especiales, auspiciar que puedan interpretar música todos los días.


Esa es una sugerencia concreta para la política cultural de Santiago. Una consideración que debiera ser parte de la futura Agenda de Cultura contemplada en el Plan Estratégico “Santiago 2020”, denominada cono mucho atrevimiento, arrojo y provocación: “En Santiago se Goza”.

Santiago registra cientos de actividades musicales periódicas. Los conciertos de la Catedral Santiago Apóstol, los lunes de Jazz, los viernes de video café del Centro León, las actividades del Gran Teatro, más de 50 músicos de Jazz y cerca de 250 de todo género, alrededor de 750 estudiantes de música, aproximadamente diez escuelas musicales, privadas o públicas y cerca de 20 coros. También fiestas bailables todos los días, un Templo del Son y decenas de espacios de baile y diversión. Todas son fortalezas que aseguran que la ciudad se replete de una concurrencia de visitantes que saben apreciar la buena música, que extrañan el nexo entre los buenos sonidos y los silencios concordantes, llenos de melodías, armonías y ritmos que animan el alma y generan goce espiritual.

Todo eso se puso en evidencia en el Centro León y en Casa de Arte, que nueva vez demuestran que son espacios, que como otros, facilitan que el universo llegue a Santiago y que Santiago se abra al mundo.

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